Lázaro Ros, es también llamado el akpwon mayor por sus aportes al patrimonio cultural lucumí y arará mediante su potente voz y su genio inigualable para difundir la verdadera identidad cultural cubana.
Un akpwón es un cantante de música yoruba, un cantor solista que domina los rezos y cantos de prácticas rituales y ceremonias en la Regla de Ocha o Santería, y Ros fue uno de los más importantes de Cuba.
Muy joven se interesó por la cultura afrocubana y se deleitó rindiéndole homenaje a través de su voz y su talento musical y comenzó a cantar en las fiestas de santos.
Viajaba constantemente a Matanzas, donde se le conoce como el más grande cantante de música lucumí y arará de Cuba.
Ocha Niwe, que significa Santo de la Manigua, fue su nombre de santo, y llegó a ser el más famoso de los akpwones cubanos, pues triunfó en el canto y la danza folclórica sin apartarse en ningún momento de su culto religioso, la Regla de Ocha, la primera esfera en la que desarrolló su talento musical.
Ros es uno de los fundadores del Conjunto Folklórico Nacional, institución con la que recorrió el mundo llevando la cultura afrocubana como su más alto exponente.
Ocha Niwe y la cultura de los Orishas
Lázaro Ros se presentó en 1949 en un programa de música folklórica en la emisora Cadena Azul y luego integró el colectivo que llevó, por primera vez, un espectáculo afrocubano al teatro cubano.
Trabajó con el Ballet Nacional de Cuba y la Orquesta Sinfónica de Matanzas, y participó en el filme María Antonia y fue autor de las obras para teatro: El Alafín de Oyó y Arará. También se desempeñó como profesor de la Escuela Nacional de Arte, del Instituto Superior de Arte y del FolkCuba.
Pero sobre todo alabó a la religión yoruba y a los Orishas mediante la música folklórica para la radio y la televisión. Se dice que su obra más trascendente es la colección de discos sobre cantos yorubas Orisha Ayé.
Con su potente voz le pidió bendiciones a los santos y también debutó en el cine, participando en Osain y otros cortos y documentales con el tema de los antecedentes africanos y la santería cubana, entre ellos El Mensajero de los Dioses, Iroko, Shangó y la jicotea y Ogún.
Lázaro Ros y su increíble energía musical
Lázaro Ros, falleció el 8 de febrero del 2005 en la Ciudad de La Habana a los 80 años. Pero Cuba y el mundo lo recuerdan como uno de los máximos exponentes de la cultura afrocubana, impulsor del ancestral folklore y profesor de varias generaciones, quienes siguieron sus pasos mostrando los misterios y bellezas de muchísimos años en cantos y rezos.
