San Lázaro es figura de mitos y leyendas y de curaciones milagrosas.
Los devotos ven en él a San Lázaro Bendito, canonizado por la Iglesia Católica Romana y Lázaro, pobre mendigo representado como un anciano que viste harapos y usa un par de muletas, con las piernas llenas de llagas y rodeado de perros.
Babalú Ayé, orisha de la religión Yoruba que es sincretizado con este santo, también es una deidad sanadora de la lepra, la viruela, las enfermedades venéreas, de la piel y en general de las pestes y la miseria.
Usualmente, los creyentes mantienen en secreto los milagros de San Lázaro y Babalú Ayé, pero mucho se comenta sobre curaciones de enfermedades mortales y del fin de los infortunios.
San Lázaro, milagros y curaciones
Los penitentes mantienen en secreto la respuesta del santo a sus males, pero las súplicas y promesas que se escuchan a miles cada año en el Santuario, dejan claro que las personas depositan toda su fe en las acciones de la deidad.
Aunque no muchos comentan sobre las acciones milagrosas de San Lázaro, sí que se escucha a menudo en Cuba la frase “San Lázaro me salvó” dicha con todo el amor y la devoción que las palabras pueden contener.
En estos tiempos de pandemia que el mundo afronta, centenares de devotos han acudido a pedir al santo el fin de la enfermedad y la curación, porque el viejito milagroso siempre ha escuchado y atendido las plegarias de sus devotos.
Oración milagrosa a San Lázaro:
En el Nombre de San Lázaro, que los buenos espíritus que me ayuden y que vengan en mi auxilio. Cuando yo padezca de algún mal o esté en algún peligro que me los detengas, y que a mí no lleguen.
Y que esto me sirva de una prueba de vuestra protección para mí y haced, San Lázaro que tu espíritu sea mi fe y todo el que a mi lado estuviere, y que, en ti, patrón encuentre la fuerza que necesita mi materia para poder llevar las duras pruebas de este planeta en que habitamos, concédeme el milagro que te pido y mi devoción hacia ti será eterna, la Gloria de todos. Amén.
Peregrinación y fe al viejito milagroso en Cuba
No hay fecha religiosa en Cuba, comparada con el Día de San Lázaro.
La figura católica de San Lázaro y la representación yoruba del Orisha Babalú Ayé, obtienen del pueblo de Cuba, la más inmensa devoción como aquellos que curan enfermedades y que obran milagros.
El Santuario de San Lázaro, al oeste del municipio capitalino de Santiago de las Vegas, justamente en el poblado “El Rincón” recoge todos los 17 de diciembre, la buena voluntad y fe de los cubanos.
Hasta aquel templo acuden muchísimos devotos con ropajes de yute y de color morado, a presentarle sus respetos y su agradecimiento al venerado San Lázaro, padre de fe y representante de la cultura afrocubana.
Son muchos los que van también a cumplir sus promesas, promesas espirituales que imploran la curación de un hijo enfermo, de un padre moribundo, y de los tantos males que aquejan a la sociedad de hoy, pero también se acercan a agradecer por todo lo bueno que se recibe en la vida.
Así, prometen miles de personas llevar ofrendas diversas al Santuario, de las más sencillas a las más ostentosas, muchas con gran valor sentimental, recorrer numerosos parajes de rodillas, con cadenas o cargando piedras, dejarse crecer el cabello hasta largos increíbles, besar el piso del santuario y muchas otras.
Cada año la peregrinación al Santuario de San Lázaro para rendirle tributo, supera los 15 mil creyentes que van allí a agradecer y a implorar sus milagros.