El número siete es un número fuerte dentro de la numerología, este representa el intelecto y la capacidad de raciocinio que poseen los humanos, virtud gracias a la cual se diferencian de los animales.
Este dígito encarna a la sabiduría y al idealismo, también inmortaliza la bendición de soñar e idealizar un futuro mejor. El siete entrelaza el mundo espiritual y el físico como un único elemento.
Es una cifra que ofrece meditación, representa la figura protectora que representa la familia para el ser humano.
El siete ejerce influencia sobre el estudio y el desarrollo intelectual de la persona.
En el plano sentimental encarna la discreción, lo reservado del individuo y la paz interior.
Lo negativo de este número es la tendencia que existe astralmente sobre el perfeccionismo y la pereza, se hace necesario la expansión mental para poder lograr metas y objetivos específicos en la vida.
El número siete fue representado en la Biblia.
La biblia relata que fueron siete los ángeles y siete las plagas que influyeron sobre la vida del hombre.
Los ángeles representan la bondad de dios sobre los humanos y su misión de protección para con el hombre, estos son los mensajeros celestiales que portan la divina palabra de Dios.
Mientras que las siete plagas representan los castigos que sufrió el hombre como método para pagar sus pecados en su peregrinación por el mundo terrestre.
El poder del número siete en la Religión Yoruba.
Los santeros establecen que el dígito siete representa a las siete potencias africanas, deidades mayores de la Santería quienes poseen la virtud de Olodumare de ser coronadas sobre las cabezas de sus hijos en la sagrada ceremonia de la Osha.
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Son vistas además como los pilares fundamentales de la religión al considerarse a estos como deidades de fundamento religioso.
El siete es el número de Yemayá, Orisha dueña del mar y sus profundidades, esta santa se considera la madre de la humanidad, sobre la que vela desplegando sus bendiciones.
Bajo el número siete se le colocan las ofrendas a la santa que viste de azul y es su cifra representativa para establecer el tiempo de duración de sus obras.
Siete rayos es la deidad Mayombe a través de la que se sincretiza a Shangó dentro de la Santería, esta representa la fuerza y el poder.
Su culto se extiende a otras vertientes religiosas que hoy día se posesionan en parte de África y el Caribe, con igual fervor que en antaño, haciendo uso de los palos y las hierbas según la tradición manda.