7 pedazos de coco a Eleguá como ofrenda para el desenvolvimiento

Quien abre y cierra caminos es Elegguá, el dueño de los senderos, de las 4 esquinas, el que todo lo ve y el que todo lo oye, pero también es quien lleva a los pies de Olofin nuestras preocupaciones y problemas, pues es su mensajero.

Trabajo con Eleguá para abrir los caminos:

Esta obra en forma de ofrenda a Eleguá es efectiva y muy fácil, pero ante todo necesitas mucha fe, confianza y amor para hacerla. Tampoco desesperarse es lo más idóneo, todo llega, pero se espera con paciencia y mucha fe.

Ingredientes:

1 Vela blanca
7 pedazos de coco
Miel de abeja
7 Pimientas de guinea machucadas (en polvo)
Bolsa blanca
Hilo o cinta dorada
7 monedas en curso, del país que te encuentres y del valor que quieras

¿Cómo preparar la ofrenda a Eleguá?

Prendes la vela a Elegguá, le pides su bendición y das conocimiento de lo que vas a realizar y la razón por la que necesitas su intervención y ayuda.
Tomas un recipiente y viertes miel de abeja, en ese recipiente debes sumergir uno por uno los 7 pedazos de coco e ir depositándolos en un plato.
Ya bañados en miel esos pedazos de coco, por encima de cada uno echarás polvo de pimienta de guinea.
Tomarás la bolsa blanca e introduces los 7 pedazos de coco bañados en miel y con pimienta.
Atas la bolsa blanca con hilo dorado o cinta dorada, color que simboliza la prosperidad.
Dejas la vela encendida frente a Elegguá con la bolsa delante un rato y le vuelves a hablar al orisha con amor, háblale con gratitud de tus tristezas y alegrías, de tus agradecimientos y pedidos.
Al rato tomas la bolsa y la pones detrás de la puerta principal de la casa por 7 días.
Durante esos días debes encender la vela a Elegguá cada día un rato, aprovecha para meditar junto a él en ese espacio de tiempo.
A los 7 días llevas esa bolsa a un monte y la debes enterrar, pero en un claro del monte, o sea, en un lugar despejado donde dé la luz del sol y haya poca vegetación.