Aggayú Solá es un Orisha de gran poder y representa en la naturaleza al volcán, el magma, el interior de la tierra.
Simboliza en la religión yoruba las fuerzas y energías inmensas de la naturaleza, la fuerza de un terremoto, las de un ras de mar, la lava de los volcanes circulando intensamente en el subsuelo ascendiendo a la superficie, la fuerza que hace girar al universo y a la tierra en él.
Es el bastión de la Osha y particularmente de Obbatalá el padre blanco. Vive en la corriente del río y es por ello que en lo humano se representa por un barquero en el río.
Aggayú Solá es además la deidad de los desiertos, de la tierra seca y de la energía y poder de los ríos enfurecidos. Es el gigante de la Osha, Orisha del fuego, de carácter belicoso y colérico.
Es el báculo de Obbatalá y su ancestral culto proviene de tierra Arará y Fon.
Su nombre significa en Yorùbá Aginjù Solá
Este nombre se traduce como «El que cubre el desierto con su voz»:
- Aginjù: desierto
- So: voz
- Àlá: Cubrir
Se saluda con gran respeto al gran orisha diciendo ¡Aggayú Solá Kinigua oggé ibbá eloní!
Se compara en el sincretismo con San Cristóbal, santo que se celebra el 25 de Julio y es protector de La Habana.
Por eso las oraciones a Aggayú Solá también van ligadas a su sincretismo con San Cristóbal, protector de viajeros, marineros, transportistas y barqueros, quien también brinda salud y curaciones.
Es considerado por algunos como el padre de Shangó y Orungán y amante de Oshanlá y Yembó.
Rezos a Aggayú Solá pidiéndole su protección y que aleje todo el mal del camino
Le pedimos a Aggayú Solá porque es orisha guerrero que ayuda a vencer, da largos pasos, agigantados y levanta sus pies muy alto, como si caminara sobre obstáculos.
Al mismo tiempo, blande el aire con su herramienta de poder y le gusta cargar a los niños sobre sus hombros, es una deidad que ampara y protege.
Como a Aggayú Solá se le representa también como el barquero que ayuda a cruzar el río en sincretismo con San Cristóbal, muchos le piden que abra los caminos, libre de obstáculos su paso como enemigos, maldades y envidias.
Le podemos prender una vela blanca y en su nombre pedir aquello que necesitamos en nuestra vida.
Aggayú, barquero de la humanidad y protector de los niños,
Tú que representas las inmensas fuerzas naturales y así las dominas
Dueño del desierto y de las aguas, escucha la petición de tu fiel hijo y ayúdame a avanzar seguro por la vida sin enemigos, envidias y maldades
Bastión de la Ocha, gran guerrero, tú que con tus fuerzas alejas el mal de los caminos de tus hijos y devotos, y cuidas sus pasos para que lleguen seguros a su destino
Aggayú, Mi Padre, te pido que abras para mí los caminos y los libres de obstáculos y dificultades
Permíteme, Mi santo, cruzar seguro ríos, montes y ciudades, en pose de alcanzar mis metas
Te pido, Señor del Desierto, tu guía, tu ayuda y tu protección a la hora de seguir el camino para mí trazado
Cuida mis pasos y abre para mí los senderos de la salud, el amor y la prosperidad
No sueltes mi mano, Mi padre, y guíame por la vida esquivando siempre desdichas y penurias
Llévate con las aguas de los ríos, el dolor y la tristeza, y permite que, en cambio, lleguen a mi casa la felicidad y la dicha
Gracias, mi Orisha, por velar por mí y por mi familia y guiarnos siempre por el buen camino
Así sea