Oggún es una deidad mayor del Panteón Yoruba muy poderosa, conocido como amo y señor del hierro. Es el dios que trabaja en la forja de metales, aunque también puede ser un cazador solitario y recolector.
A él acuden los devotos fundamentalmente a pedirle fuerza para salir adelante y protección ante los peligros de la vida.
El dios Oggún salva contra los enemigos, envidias, males de ojos y todo tipo de desgracias, no hay obstáculo que se mantenga en pie ante su fortaleza y poder.
Muchos también piden a Oggún que les muestre mejores oportunidades laborales, pues este Orisha es un trabajador incansable.
Y es que esta deidad es un trabajador insaciable que, según los patakíes, prometió al Padre Orisha Obbatalá, trabajar de día y de noche en la forja para la Ocha, y así enmendar sus errores.
10 Cualidades que hacen de Oggún, un guerrero poderoso
- Oggún simboliza en la religión yoruba los comienzos, el principio, la mañana, la primavera, y también los poderes de mando, la fuerza, la violencia y la autoridad.
- Es también la fuerza que encierra la caja del cuerpo humano, el tórax, donde están todos los órganos vitales.
- Su nombre proviene del Yoruba Òggún (guerra) y es que este guerrero protege a todos sus fieles y devotos, y representa a los soldados que van al campo de batalla.
- Es el Orisha patrón de los herreros, de las guerras, de la tecnología, de los cirujanos del ejército y de todo aquel que trabaje con los metales.
- El hierro es su elemento y por eso siempre lleva su machete (conocido como Embelebobo), para abrirse paso en la maleza y para hacer justicia con sus propias manos.
- Oggún representa, además, la virilidad descomunal en el ser humano y mantiene en sus hombros el peso del mundo en el que vivimos.
- Es el segundo Orisha que se recibe detrás de su hermano Elegguá y junto a él, es dueño de los caminos, así como de los montes.
- Es un Osha del grupo de Orisha Oddé, que son los que comúnmente se conocen como “Los guerreros” y protege a aquellos que considera dignos, de todo peligro.
- Oggún es considerado como el dueño de las llaves, las cadenas que representa el encierro.
- Las leyendas cuentan que también conoce secretos de la hechicería y puede ser brujo, curandero y hechicero.
Para vencer al enemigo, hacer justicia y pedir protección: Oración a Oggún
Antes del rezo podemos prenderle una vela blanca, y conectar toda nuestra fe en nuestra petición y agradecimiento al orisha.
Oggún gran guerrero del metal, de mirada altiva y gran fortaleza,
Trabajador incansable que con su machete va arrasando todo obstáculo
Hoy acudo ante tu presencia para limpiar mi cuerpo, mi mente y mi alma de maldades
Te ruego, haz justicia con todo aquel que me deseó mal, que aleje sus pasos de mi vida para siempre
Que aquel que quiera perjudicar mi camino se paralice y su daño no llegue a mí
No permitas que los maleficios perjudiquen mi hogar, mi empleo, mi familia o todo aquello que fluye a mi alrededor, te lo ruego
Límpiame a mí y a los míos de envidias, malos ojos y ensañamientos.
Que se arrepienta, se aleje y se vaya de una vez, para avanzar con tu firmeza Guerrero Oggún
Con tu machete que esos ojos no me vean y esos pies no me pisen, que nada malo me suceda
Con tu bravura, tu valentía y carácter sé que no habrá quien me perjudique
Confío en tu bendición guerrero mío, pido que esos enemigos se desaparezcan ante tu inmensa protección. Ashé
Con mucha fe Oggún nos ayudará a enfrentar enemigos y dificultades…
Oggún está representado como un guerrero extremadamente fuerte que nada teme y acepta cualquier desafío. Es violento y muy poderoso.
Y es que cuenta el patakí que cuando los orishas bajaron a la tierra, fue Oggún quien les abrió el camino cortando todos los obstáculos con su machete y acompañado por sus hermanos Ochosi el justiciero y Elegguá el dueño del camino.
Por eso también es que Oggún precede a las demás divinidades, y se le saluda justo después que Elegguá, pues junto a él, abre el camino en todas las circunstancias.
Debido al proceso de transculturación asociado a la trata esclavista, Oggún se compara a varios santos como San Pedro, San Pablo y San Miguel Arcángel a los cuales también se les pide por protección.