A San Alberto Hurtado, un rezo al Santo Patrono de los Desfavorecidos

Alberto Hurtado nació en el seno de una familia humilde y devota a Cristo, durante su juventud se recibió como abogado, y más tarde se desempeñó como legislador y jesuita.

Dedicó su vida a realizar obras en pro de mejorar la vida de los desfavorecidos en Chile.

Trabajó como profesor inculcando a sus discípulos los valores cristianos de:

La honestidad,
la consagración y
el sacrificio para lograr los sueños.

Es considerado como el santo patrono de los trabajadores en Chile y los niños pobres.

Una de sus principales misiones fue acercar la Iglesia a la juventud y a los más pobres y sembrar en ellos la semilla de la fe y el refugio de las adversidades en Cristo.

Juan Pablo II lo beatificó el 16 de octubre de 1994 y posteriormente fue canonizado por Benedicto XVI.

¿Cuándo se celebra al Padre Hurtado?

Su festividad se celebra cada año el 18 de agosto, día que es conocido en el mundo cristiano como el día de la solidaridad, al ser esta una de las principales virtudes de San Alberto Hurtado.

¿Cómo rogarle a San Alberto? Un rezo poderoso

A San Alberto Hurtado podemos encontrarlo en cada buena acción que realicemos desinteresadamente, pues a pesar de ser un santo que ha sido colocado en un altar siempre prefirió estar con los pobres en medio de las calles ayudando a los necesitados.

La oración que ofrecemos a continuación va dedicada a el patrono de los desfavorecidos, para que su obra y grandeza abracen el mundo y se haga justicia a su labor cristiana.

Es una plegaria donde se destacan la justicia y la fe por sobre todas las cosas, donde la humildad es la garantía de lograr grandes acciones y mediante el ejemplo de San Hurtado logremos ser más humanos y menos egoístas.

Oración para honrar a San Alberto Hurtado

Apóstol de Jesucristo, servidor de los pobres,
Amigo de los niños y maestro de juventudes,
Bendecimos a nuestro Dios por tu paso entre nosotros.
Tú supiste amar y servir.
Tú fuiste profeta de la justicia y refugio de los más desamparados.
Tú construiste con amor un hogar para acoger a Cristo.
Como un verdadero padre, tú nos llamas a vivir la fe comprometida, consecuente y solidaria.
Tú nos guías con entusiasmo en el seguimiento del Maestro.
Tú nos conduces al Salvador que nuestro mundo necesita.
Haznos vivir siempre contentos aun en medio de las dificultades.
Haz que sepamos vencer el egoísmo y entregar nuestra vida a los hermanos.
Padre Hurtado, Hijo de María y de la Iglesia, Amigo de Dios y de los hombres,
Ruega por todos nosotros. Amén.