Sara Kali, la santa protectora y patrona de los gitanos llega al hogar en esta ocasión para penetrar con su energía en nuestros corazones y acogernos bajo el manto de su protección.
La santa que revive en las inmersiones acude a nuestra vida para sumergir en el olvido:
- Las malas pasiones,
- los agravios y
- todos los sentimientos impuros que en el pasado causaron mella en nosotros.
Con esta plegaria se solicita protección ante los males que asechan como:
- La envidia,
- la enfermedad y
- el mal de ojo.
Es esta plegaria una muestra de fe para la virgen de los peregrinos, los hombres y mujeres que no se sienten atados a ninguna cosa material y por este motivo son más felices.
Aprendamos de Sara Kali a respetar a nuestros semejantes y a hacer el bien incluso al desconocido, pues mediante estas acciones demostramos que somos merecedores del amor de la santa.
Hagamos esta oración a santa Sara Kali bajo la certeza que no existe mejor brújula que la fe para conducir nuestros pasos hacia el éxito y la paz que solo es obtenida cuando se deja a un lado el rencor y las ataduras con el pasado.
Milagrosa oración a santa Sara Kali para pedir protección
Faro de mi camino, haz de mi luz, paz capa protectora, confort suave, amor himno de alegría, abriendo mis caminos armonía, líbrame de los cortes, mantenme alejado de las pérdidas, dame suerte y que mi rumbo no pierda.
Haz de mi vida un himno de alegría y a tus pies estoy parada, mi Sara, mi Virgen gitana.
Tómame como una ofrenda y hágame la flor impía del lirio más puro que gobierna y trae buenos augurios a la tienda.
Guárdalo, guárdalo, guárdalo, guarda en tus manos la forma de que mirando yo entienda, que no existe en mi horizonte otro faro con tu luminiscencia, guía mis pasos mi santa para atravesar tinieblas y que en mi corazón se guarde el amor por tu presencia.
Sara Kali mi gitana por ti siento devoción, traes paz a los hogares, humildad y constricción.
Mi santa de los mojados que curas al afligido siéntete gobernadora de mi hogar y mi destino.
Hoy te pido virgencita que me ofrezcas protección contra los males que asechan, el odio y la traición.
Pongo en mis manos tu vida para que guíes mis pasos, favorece a los más pobres y consuélanos en tus brazos. Amén.