Relata el pataki que Oshún y su hermana mayor Yemayá habían tenido un malentendido, a raíz de esto la dueña de la miel de abejas decidió independizarse y formar su reinado lejos de la tutela de su hermana y por donde quiera que pasaba nacía un río.
Pataki donde Oshún alcanza la prosperidad gracias a 3 Ebbó
En cierta ocasión llegó a sus dominios Inle, de quien quedó perdidamente enamorada, al poco tiempo se casaron y de esta unión nació su primogénito.
En cierta ocasión Oshún se percató que su esposo ya no la quería y tras su separación comenzó a pasar miseria.
Shangó al verla triste y desarreglada le aconsejó que fuese a visitar a Orula para que el gran adivino de Ifá le ayudase a componer su destino.
Tras la proposición de Shangó esta se negó pues solo tenía un solo vestido, el que se encontraba amarillo y desgastado, pero a pesar de sus justificaciones Shangó insistió hasta convencerla de asistir al pie de Ifá por encontrarse ahí la solución a sus problemas.
Oshún se consulta con el adivino Orula para pedirle ayuda
Cuando Oshún llegó a casa de Orula este la registró marcándole la realización de tres ebbós que le darían la posición económica que ella necesitaba para darle a su hijo un futuro mejor.
Una vez realizado el primer ebbó Orula le indicó que debía dejarlo en la puerta de un castillo y después debía partir sin mirar atrás ni asustarse por lo que allí sucediese.
Siguiendo sus recomendaciones partió Oshún con el ebbó hacia su destino.
Al llegar al castillo tres hermanos se asomaron y al ver a Oshún quedaron muy enamorados de la santa, por lo que dos de ellos comenzaron a pelear hasta que uno cayó al suelo sin vida, Oshún horrorizada por lo que había sucedido partió sin voltear la vista.
La Orisha llegó asustada a la casa de Orula, este la tranquilizó y le dijo que debía regresar al mismo lugar portando el segundo ebbó.
El consejo de Ifá: ¡Cada persona tiene un destino que cumplir!
De camino al castillo Oshún no estaba convencida de querer llegar a su destino más pensó en su hijo y en las miserias que ambos pasaban, por lo que siguió su rumbo hasta colocar el segundo trabajo en la puerta del castillo.
De repente salieron a su encuentro los dos hermanos que allí vivían y se batieron en un duelo por el corazón de Oshún, antes que el segundo perdiera, la Orisha más bella del panteón yoruba salió corriendo del lugar.
Al llegar ante Orula, Oshún se encontraba muy nerviosa y seguía dudando en completar la obra pues no quería que por su culpa nadie saliese perjudicado.
Más, el oráculo de Ifá le explicó que cada persona tenía un destino que cumplir y que ella debía seguir en la búsqueda del suyo.
Así que partió de regreso al castillo con el tercer ebbó, al dejarlo en la puerta del palacio el tercer hermano salió y le dijo a la santa:
No temas, por tu amor me han herido de muerte y desde hoy quiero que tú seas la heredera de todos mis bienes y fortunas y así fue como Oshún se hizo rica y abandonó un pasado de miserias.