La religión yoruba establece una estrecha relación entre padrinos y ahijados. Los padrinos, son los encargados de guiar a sus ahijados o protegidos por el camino espiritual hasta encontrar a su Ángel de la Guarda y reunirse con los Orishas.
Y muchas veces hemos sido testigos de la especial relación que comparten los santeros, pues el padrino es para el ahijado como un padre protector y tal cual el ahijado debe respetarlo y escucharlo.
El papel del padrino en el camino espiritual
Y es que se ha señalado siempre, que ser un padrino es una decisión seria y es un llamado a servir no solo a los Orishas y a Olodumare, sino también a las personas necesitadas, principalmente de crecimiento espiritual, que le rodean.
Para ser babalawo, santero y padrino, además, es necesario tener disciplina, compromiso y, sobre todo, vocación para trabajar con seres humanos que necesitan ayuda y mucha guía. Pues un mal proceder puede afectar negativamente la vida de esa persona que comienza su camino espiritual.
Deberes de un padrino hacia su ahijado:
- Entregar al ahijado los santos que recibieron en su coronación, incluyendo sus caracoles y su libreta de Itá.
- Velar por el desarrollo religioso de su ahijado, sin llegar a inmiscuirse en cuestiones personales.
- Guiar, aconsejar y compartir su sabiduría para ayudar en el crecimiento personal y espiritual de su ahijado.
- Enseñar el camino espiritual, en función a su estudio y conocimiento.
- Cumplir con las celebraciones del aniversario del ahijado y estar presente en esta conmemoración.
- Mostrarle a su ahijado las condiciones de humildad, devoción, desinterés, respeto, consideración y sacrificio que son características de todo santero.
- Ayudar al ahijado en caso de cualquier situación de enfermedad, accidente o problemática.
- Aclarar cuanta duda tenga el ahijado e incluso recurrir a la investigación o a otros babalawos si no se tiene respuesta.
- Tratar a todos sus ahijados con respeto, estima y consideración.
- Llamar la atención del ahijado si está teniendo comportamientos que no van de acuerdo a la ética religiosa y ayudarlo a salir del mal camino.
El respeto del ahijado a sus mayores
Como ahijado, se debe conocer al padrino y hablarle de los intereses sobre la religión, además de participar en actividades de la casa religiosa.
Se debe adquirir poco a poco conocimiento detallado de los Orishas y todo lo concerniente con ellos y de los cantos y rezos, rituales y ceremonias. Todo ello debe hacerse bajo la guía del padrino.
Deberes de un ahijado hacia su padrino:
- Cumplir los requerimientos y lineamientos de la Regla de Osha e Ifá, con ética, moral y responsabilidad.
- Dirigirse a su padrino con el debido respeto y consideración que la religión establece.
- Actuar con respeto, humildad y amor ante sus mayores.
- Asistir a las celebraciones y eventos que efectúen sus padrinos.
- Auxiliar a sus padrinos en casos de necesidad.
- Recibir sólo las enseñanzas religiosas pertinentes que le ofrezca su padrino, respetando los secretos jerárquicos de la religión.
- Consultar y pedir ayudar a su padrino para realizar las obras pendientes por Itá.
Lazos religiosos unidos por la fe
Es preocupación de numerosos santeros hoy en día, la separación que a veces se da entre padrinos y ahijados por razones diferentes. Y es que el lazo que se establece en esta relación debe estar unido por la fe y amor a la religión, basada en el respeto y el compromiso.
Están aquellos que consagraron al ahijado solo por el interés económico y luego lo abandonaron y están las personas que fueron consagradas y abandonan la casa de su padrino por desavenencias, problemas, etc.
El hecho es que numerosos devotos han hecho un llamado a recuperar la más estrecha relación que pueden tener los santeros, dígase de madrina/padrino-ahijado, pues aquellos que la abandonan estarán perdiendo su camino espiritual.