Celina, la eterna Celina, guarachera y cubana, la que dedicó sus cantos a la fe y a la religión afrocubana, es hoy reconocida como la reina indiscutible del punto guajiro y de la canción campesina.
El mundo corea hoy, años después de su muerte, las décimas que le dedicó a la protectora, Santa Bárbara, en sincretismo con Changó, la divinidad del panteón yoruba dueña del trueno, de la danza y de la fuerza viril.
“Qué viva Changó”, es un himno en Cuba y en muchos países de América Latina.
“Qué Viva Changó, Que Viva Changó, señores”, se convirtió en un éxito inmediato en Cuba luego de su estreno, y unió la música guajira y las raíces afrocubanas.
Después, Celina siguió expresando en muchas de sus canciones, letras que hablaban de las deidades afrocubanas y sus leyendas. Ella y su pareja en la vida, Reutilio, sumaron las cuartetas tradicionales del canto guajiro a los temas vinculados con las fuerzas espirituales del panteón yoruba.
Así, números similares se hicieron también muy famosos en Cuba y el mundo, como es el caso de “El hijo de Eleguá”, “A la reina del mar” dedicada a la Virgen de Regla y su sincretismo africano Yemayá, o “A la Caridad del Cobre”, la Patrona de Cuba.
Celina y la bendición de Santa Bárbara
La reina de la campiña, la inigualable, Celina González siempre contaba que debía su fama a Santa Bárbara y Changó, y por ello predominaba en su repertorio la expresión cultural yoruba y el reconocimiento a la Regla de Ocha (santería).
Celina solía contar siempre que se le preguntaba sobre su éxito y triunfos en el ámbito musical, que, al cumplir 20 años de edad, se le apareció Santa Bárbara, y le dijo que, si le dedicaba su devoción y su arte, la haría triunfar y la protegería toda la vida.
Así lo hizo Celina y siguió los consejos de la santa sincretizada con el Orisha dueño de la música y los tambores.
Y todo indica que los favores de Shangó combinados con su talento, sus ansias de triunfar y su increíble voz, realmente la llevaron a alcanzar un alto peldaño como representante de la cultura cubana de todos los tiempos.
La inigualable, la protegida de los Orishas: la «Reina de la música campesina cubana»
A Shangó y a las deidades del panteón yoruba, Celina González le rindió devoción a través de su talento y su voz toda su vida.
Muchas de sus canciones ayudaron a las personas a entender un poco más la religión afrocubana y a hacerla parte de la cultura musical cubana. Hoy muchos de sus números demuestran la fe que desde Cuba se les profesa a los Orishas.