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¿Quién es la Orisha Elenini? La Diosa yoruba del infortunio

Elenini

A Elenini se le trata con respeto y un temor reverencial. En la Regla de Ocha es muy respetada, lo mejor es no enfadar a la conocida como deidad del infortunio.

Es el guardián de la puerta principal de la cámara interna del palacio divino de Olodumare, el Dios Supremo, a donde el devoto llega de rodillas guiado por el ángel de la guarda a pedir lo que se desea para la futura permanencia en la tierra, tras haber terminado nuestro camino de la vida.

Patrona de los infortunios y los deseos oscuros

Elenini o Yeye Muwo, es considerada una deidad menor y orisha de mal, que puede causar graves problemas si no se le trata con el debido respeto. Pero sus malas influencias en la vida se pueden controlar con el ebbó o la limpieza o el conocimiento y la canalización de energías.

El panteón yoruba está conformado por deidades mayores y menores, esto no quiere decir que unas sean más importantes que otras, todas en conjunto forman una energía poderosa.

Las deidades menores, como Elenini, son poseedoras de un gran poder sobre nuestra vida, en este caso en aquellas situaciones negativas, por ello se incluye entre las llamadas deidades de la oscuridad, como las brujas.

Entonces, si Elenini es el orisha encargado de cumplir lo contrario a nuestros deseos debemos ofrecerle el respeto y la relevancia que merece. 

Para lograr el equilibrio, bienestar y el balance deseado en nuestro destino, debemos realizar los sacrificios que sean necesarios, así como en la siguiente historia, Iwori Ogbe tuvo que hacer ebbó para salvarse de las energías oscuras de Elenini que lo asechaban.

El Patakí de la orisha del mal: Elenini

Cuenta la leyenda que cuando Iwori Ogbe bajaba del cielo a la tierra pidió un deseo, quería eliminar a todos los elementos malvados y viciosos y para ello solicitó a Olodumare, el Dios Supremo, un poder especial sobre la vida y la muerte, a lo que El Creador accedió.

Con ese poder inició su viaje a la tierra. Pero su ángel guardián le recordó expresar sus deseos a Elenini y a las divinidades más poderosas.

No obstante, Iwori Ogbe no hizo caso y dijo que no había fuerza más grandiosa que la de Olodumare y si él había accedido a sus deseos, no veía por qué recurrir a una autoridad inferior.

Pero cuando se iba del palacio, Elenini escuchó las opiniones de Iwori Ogbe, y desató su furia. Y este al llegar a la tierra, descubrió que tenía serias dificultades.

Todo salía contrario a sus deseos, el caos y el infortunio rondaban en sus objetivos y muchos por los que rezaba terminaban muertos. Así, nadie se atrevía a consultarlo ni a pedirle ayuda, temiendo la muerte. Al cabo de un tiempo decidió regresar al cielo.

Hacer Ebbó te salva de un destino desdichado

Al llegar, se le encomendó hacer ebbó con muchos platos a Elenini y a las divinidades más viejas. Así lo hizo y regresó a la tierra, donde pudo ayudar a todos sin problemas.

La gran enseñanza que nos regala esta leyenda es que, en nuestra religión, sin importar lo que suceda, debemos consultar siempre a nuestros mayores y hacer ebbó cuando así lo marquen los orishas.

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