A la que cariñosamente llaman los devotos católicos Santa Teresita, es protectora y guardiana, una religiosa carmelita descalza francesa declarada santa en 1925 y proclamada Doctora de la Iglesia en 1997.
La decisión de Teresa de dedicar su vida a Dios y a las obras de caridad, llegó cuando todavía era muy joven, en una conversación con la Madre Superiora, María de Gonzaga del Covento Carmelo de Lisieux quien le dijo, sin que la muchacha hubiera mencionado sus deseos:
«Cuando vengas a vivir con nosotras, mi querida hija, os llamaréis Teresa del Niño Jesús».
Además, Teresa fue atacada desde niña por una extraña enfermedad que le provocaba temblores nerviosos, alucinaciones y ataques de terror. Se dice que ningún médico encontraba cura para sus males.
Hasta que un día, sus hermanas Celina y María, se arrodillaron a los pies de la cama y le rezaron a una imagen de la Virgen María por su recuperación.
Milagrosamente, Teresa se estabilizó con una frase:
“La Santísima Virgen me ha sonreído. ¡Qué feliz soy!”
La muchacha también rezaba espontáneamente a sus cuatro hermanos que murieron siendo aún muy pequeños para que intercedieran por la paz para su alma.
La obra de Santa Teresita y su muerte
En una peregrinación a Roma, Teresa se dirigió directamente con el papa León XIII para que intercediera por su temprana entrada al convento.
Con su espíritu puro y su plena convicción en su fe religiosa, la joven finalmente fue admitida la víspera de su décimo quinto cumpleaños en el monasterio de las carmelitas descalzas de Lisieux.
Allí debió probar fuertemente su vocación para recibir el velo de novicia, cuando cambió su nombre al de Teresa del Niño Jesús y la Santa Faz.
Teresa se dedicó por completo a la vida religiosa, a orar y a realizar actos discretos de caridad.
En una epidemia de gripe que azotó el Convento, hizo frente a los rigores de la enfermedad y la muerte cuidando a sus hermanas enfermas.
Teresa decidió luego ofrecerse a sí misma como víctima de holocausto al «amor misericordioso» y fue en ese período de su vida cuando encontró el significado más profundo de su vocación, escribiría:
“Mi vocación es el amor…» «Comprendí que el amor encierra todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que el amor abarca todos los tiempos y todos los lugares, en una palabra, que el amor es eterno” …
Así vivió en amor los años que quedaban de su vida, afectada siempre por una enfermedad latente, la tuberculosis.
Pero Teresa siguió enfocada en ayudar a los misioneros y en continuar escribiendo sus memorias que se publicarían tras su muerte en un libro titulado Historia de un alma.
Cuentan que al instante de fallecer debido a la grave dolencia que la torturaba, su rostro recuperó el suave color que le era natural.
«Yo no muero, yo entro en la Vida» escribió en una de sus últimas cartas.
¿Cuáles fueron los milagros de Santa Teresita del Niño Jesús?
Luego de la publicación de sus manuscritos autobiográficos, cientos de peregrinos de toda Francia y de algunos otros países llegaron a Lisieux para orar sobre la tumba de la joven carmelita que tanto afrontó en su vida, sin descuidar ni por un momento la práctica de su fe.
La devoción a Teresita creció rodeada de relatos milagrosos de curaciones de enfermedades y conversiones, de prodigios siempre asociados a la repentina cura de distintas dolencias.
Algunos de los milagros más famosos de Santa Teresa de Lisieux
- Le brindó sanación a una hermana religiosa que tenía una fuerte úlcera en el estómago.
- Curó a un joven con la enfermedad de hemoptisis pulmonar.
- También realizó curaciones corporales a otras personas que visitaron su tumba.
¿Por qué Santa Teresita es conocida como Patrona de las Misiones?
Los soldados participantes en la Primera Guerra Mundial acudían a Lisieux para agradecerle el haberlos ayudado a seguir con vida.
Así, Teresa es Beatificada el 29 de abril de 1923 por el papa Pío XI.
Teresa del Niño Jesús fue canonizada el 17 de mayo de 1925 por el mismo pontífice y proclamada patrona de las misiones pese a no haber abandonado nunca el convento, pues siempre rezó por la cura de numerosos misioneros que acudían al convento.
El 19 de octubre de 1997, el papa San Juan Pablo II la proclamó Doctora de la Iglesia Universal, siendo la tercera mujer en recibir ese título.
Ello se debió a su autobiografía, considerada hoy uno de los clásicos espirituales más famosos, puntal de fe de millones de católicos en todas las épocas.
Oración a Santa Teresita del Niño Jesús para pedir un favor
A Santa Teresita le rezamos por la salud y la cura de enfermedades, como atestiguan los milagros que rodean a su figura, y por ese inmenso amor que en vida ella profesó.
¡Oh Santa Teresita del Niño Jesús, modelo de humildad, de confianza y de amor!
Desde lo alto de los cielos deshoja sobre nosotros esas rosas que llevas en tus brazos:
la rosa de humildad, para que rindamos nuestro orgullo y aceptemos el yugo del Evangelio;
la rosa de la confianza, para que nos abandonemos a la Voluntad de Dios y descansemos en su Misericordia;
la rosa del amor para que, abriendo nuestras almas sin medida a la gracia,
realicemos el único fin para el que Dios nos ha creado a su Imagen: Amarle y hacerle amar.
Tú que pasas tu Cielo haciendo bien en la tierra,
ayúdame en esta necesidad y concédeme del Señor lo que Te pido,
si ha de ser para gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.