«Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría.
En una palabra, es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús».
Esta es una de las frases más famosas de la Virgen y Doctora de la Iglesia, Santa Teresa del Niño Jesús, quien ingresara muy joven en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux y fuera maestra de santidad por su entrega a las buenas obras y su amor hacia los demás.
Historia de Santa Teresita, Patrona de las Misiones
Su nombre verdadero es María Francisca Teresa, pero se le conoce como Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux quien a los 15 años pidió entrar al convento con el permiso de su padre, pero las monjas del convento y el obispo opinaron que debía esperar debido a su corta edad.
No obstante, en una peregrinación por el jubileo sacerdotal del Papa León XIII, la joven obtuvo la bendición del Papa y pidió entrar en el convento a los quince años.
A lo que el Papa le respondió que si era la voluntad de Dios así sería.
Así la joven entró al convento El Carmelo y puso toda su fe y sus energías en obrar por los sacerdotes y los misioneros, por lo que se le conoce hoy como Santa Teresa del Niño Jesús, Patrona de las misiones.
Enferma se tuberculosis, sufrió mucho los últimos 18 meses de su vida y finalmente falleció en 1897. Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Se le presenta como una monja carmelita con un crucifijo y rosas en los brazos.
En Cuba es muy venerada, considerada milagrosa, misericordiosa e intercesora de las tristezas de sus devotos. Con mucho fervor se le rezan oraciones dedicadas a aliviar el sufrimiento y pedir fuerzas para seguir adelante.
A continuación, para pedir con fe y amor la Oración a Santa Teresita del Niño Jesús:
Las rosas y la Santa Teresa del Niño Jesús
«Después de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas” y «Voy a pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra”.
Así se expresaba la Santa Teresa en sus últimos días y sus palabras fueron tomadas con fuerte fervor religioso debido a que, en su vida, demostró muchísimos milagros que explicaba su apego a la naturaleza y el Amor a Dios.
Y es que a Santa Teresita le gustaba mucho la naturaleza y así explicaba que todo estaba relacionado con el Amor de Dios.
Ella decía que se veía como la florecilla de Jesús, como una de las muchas silvestres que pasan desapercibidas para la gente, pero que crecen dando gloria a Dios.
Expresando siempre la tradición Carmelita, la santa veía al mundo como el jardín de Dios, y a cada persona como un tipo de flor distinta.
Sincretismo de Santa Teresa con la Orisha Oyá
En Cuba, Santa Teresa del Niño Jesús, producto al proceso de transculturación de religiones católicas y africanas, sincretiza en la religión yoruba con la orisha Oyá, la diosa del viento, de las tempestades y de la muerte.
Oyá es la diosa acompañante del orisha regente Obbatalá y representa el aire Puro, el oxígeno que respiramos. Es la deidad de las tempestades y del viento fuerte que las precede, es oscuridad, soledad y fidelidad.
Es una guerrera que puede dominar a los Eggunes o espíritus de los muertos y se le ve en la centella, en la tromba de viento y en el rayo.
A ambas, a la Orisha y a la Santa, le rezan sus devotos para que brinden paz, salud y quietud en sus vidas, principalmente el día de su celebración que es 15 de octubre.