10 Señales de que los Espíritus intentan comunicarse contigo

¿Cuántas veces nos han sucedido situaciones inexplicables relacionadas a otro astral como escuchar sonidos, voces, percibir movimientos y otros fenómenos?

En el mundo espiritual cuando estamos conectados con los espíritus de una u otra manera pues tenemos ese don (puede ser desde siempre o desde que estamos trabajando con ellos) podemos sentir o ver como estos seres se acercan a nosotros, pero algunas veces no nos damos cuenta.

Es entonces cuando tenemos que estar atentos para desarrollar nuestras habilidades e ir creciendo espiritualmente, de forma tal que podamos percibirlos, entenderlos y poder comunicarnos si así lo deseamos.

¿Cómo identificar a través de señales que los espíritus están intentando comunicarse con nosotros?

Existen señales que pueden resultar normales para algunos, insignificantes o hasta extrañas para otros, todo depende del desarrollo espiritual que cada uno de nosotros posea.

Tampoco quiere decir que estas señales sean absolutas, pues debemos saber que todos nuestros espíritus se manifiestan de diferente forma y nos visitan de diversas maneras.

Conozcamos algunas de estas señales:

1. Brisas o ráfagas de aire frío sin motivo evidente.

Por ejemplo, si estamos frente a una ventana en un día donde no se mueve ni una hoja en los árboles y de pronto nos percatamos que una brisa intensa roza nuestra cara, podemos estar frente a la presencia de un espíritu.

Otras veces podemos sentir su presencia al entrar en una habitación o en un espacio donde a pesar de tanto calor existente sentimos un frio que nos estremece.

Esta forma de conexión con los espíritus es muy usual, o sea, la de sentir cambios de temperatura en nuestro cuerpo.

También puede suceder que se nos pone la piel como de gallina y nos erizamos de pies a cabeza.

2. Pestañeo de luces o bombillos que se rompen.

La energía de los espíritus son los que hacen que las luces parpadeen mucho más de lo habitual y tanta carga puede provocar que los bombillos se rompan.

Esto no quiere decir que cada vez que suceda sean ellos intentando conectar con nosotros, claro está, siempre debe revisar antes su sistema eléctrico 🙂

3. Sombras proyectadas.

Muchas veces en las sombras se proyectan los espíritus y así podemos percibirlos moviéndose a nuestro alrededor.

También debemos tener en cuenta que si no estamos en armonía y sintonía con ellos sólo se presentan como sombras leves y discretas que desaparecen rápidamente.

4. Capturas en las cámaras fotográficas.

Un sinfín de veces hemos visto o escuchado que alguna que otra persona usualmente desconocida, sea o no de la familia, aparecen en tomas fotográficas.

Y aunque resulte extraño para muchos este suceso, también a los espíritus les agrada ser partícipes casi siempre de fiestas familiares, por ello suelen aparecer en imágenes.

5. Soñando despiertos.

A través de nuestro subconsciente también se conectan nuestros espíritus.

Sobre todo se manifiestan en ese tipo de sueños tan reales que no sabemos si soñamos o no, porque se muestran muy claros.

Casi siempre se manifiestan de esta manera para llamar nuestra atención sobre algo o alguien en particular, o darnos un mensaje importante o advertencia.

6. Pensamientos casuales.

No es que estemos locos, es que a veces fortuitamente nos vienen pensamientos sin tan siquiera saber por qué, y lo más probable es que no estábamos ni remotamente pensando en algo relacionado.

Los espíritus suelen ser muy oportunos y de esta manera nos ayudan a percatarnos de algo que sucede o puede suceder, también llegan con soluciones a problemas que tenemos.

Estos mensajes los puedes escuchar como una pequeña vocecilla que te habla en tu interior, como si fuese una intuición que no puedes ignorar. Presta siempre atención.

7. Movimiento de objetos.

Entre las señales de los espíritus este es uno de esos sucesos menos creíbles, y es que ocurre y muchas veces pensamos que nosotros mismos sin darnos cuentas movimos un objeto.

Por ejemplo, has dejado tu billetera en la mesita y aparece en el sofá o en el suelo, dejaste las gavetas cerradas y están abiertas, sillones que se mueven, etcétera, puede parecer de locos, pero sí existen muchos casos reales.

Lo que realmente sucede es que los espíritus que tienen esa fuerza energética para mover objetos lo hacen para llamar la atención advirtiendo que ellos están presentes.

8. Escuchando melodías.

La música puede provocar que algunos espíritus que estuvieron en el plano terrenal puedan presentarse, sobre todo seres que conocimos e invocamos a través del recuerdo.

Por ejemplo, una canción que les gustaba o bailaban cuando animaban carne (estaban vivos) puede provocarles presentarse ante nosotros como muestra de agradecimiento de que estamos recordándoles.

Tenga en cuenta que recordar es volver a vivir y también para los espíritus funciona de esta manera.

9. Mediante el olfato.

Seguro te ha sucedido que de forma casual puedes oler un aroma o perfumes sin tan siquiera tenerlos entre tus pertenencias, y a veces son los mismos que usaba un familiar o un ser querido ya fallecido.

Los espíritus también se sentirán atraídos por otros olores como el de un pan recién horneado o una rica sopa, en general sucede con cualquier olor que preferían en vida, incluso pueden provocar esos olores para nosotros los sintamos.

10. Cuando escuchas tu nombre

Seguro nos ha sucedido casi a todos que en un lugar donde estamos completamente solos escuchamos nuestro nombre como si nos llamasen.

Este suceso es sin lugar a dudas un espíritu que se está manifestando, como decía mi difunta abuela:

Si escuchas tu nombre nunca respondas a la primera y esperas el segundo llamado para responder.

Estas y más señales nos envían nuestros espíritus mientras se manifiestan en la tierra.

No quiere decir que cada vez que te encuentres con una de estas señales antes mencionadas sea por presencia de espíritus, pero sí debemos estar atentos a cualquier mensaje que quieran darte tus muertos tanto familiares como seres protectores.

Si deseas puedes escribirme a mi correo contacto@consejosdeunasantera.com, puedo acompañarte en tu camino espiritual.