¿Por qué la Diosa Yemayá se vengó de Orula el Oráculo de Ifá?

El odun Ogbe Wale relata en uno de sus avatares que Orunmila el gran adivino de Ifá había contraído nupcias con Oshún.

Pataki donde el Amor entre Orula y Oshún se termina para siempre

Estos al comienzo de su relación se encontraban muy enamorados, pero conforme fue pasando el tiempo su unión se fue debilitando producto a la desconfianza y los celos que existían entre ambos.

Los problemas entre la pareja eran tan graves que su relación iba en picada, Orula se hallaba escaso de paciencia, realidad que lo hacía lastimar a su esposa continuamente.

Esta, quien ya se había decepcionado de su matrimonio iba a llorar en secreto sus penas con Yemayá quien siempre le ofrecía el mismo consejo, a través del cual le decía a Oshún que se separase de su marido, debido a que en su matrimonio ya no existía la felicidad.

Pero la Orisha dueña de la miel de abejas a pesar de todas las vejaciones seguía enamorada de Orunmila y se negaba a abandonarlo, guardando en su corazón la esperanza de ver un cambio en su esposo.

Muere el amor, Muere Oshún…

Sin saberlo la deidad más bella del panteón yoruba se fue consumiendo física y sentimentalmente, sin ver jamás lo que deseaba por parte de Orula.

Este, quien ya se encontraba cansado de Oshún tomó en un arranque de ira una de sus calabazas y la aventó hacia el pantano que colindaba con su casa, hecho que condicionó posteriormente la muerte de su esposa.

Este asustado por lo que había sucedido introdujo el cuerpo inerte de su mujer en el pantano, para de este modo encubrir su culpa.

El tiempo pasó y las personas en el pueblo poco a poco fueron olvidando la desaparición de Oshún, excepto su hermana Yemayá quien jamás dejó de buscarla.

Yemayá descubre la verdad y hace justicia por su hermana

En una ocasión cuando Yemayá visitó el pantano en averiguación de unas hierbas, se le presentó el espíritu de su hermana, revelándole la verdad sobre su desaparición y exigiéndole que la vengara.

En respuesta a la petición de Oshún, Yemayá sedujo a Orunmila, quien al poco tiempo contrajo matrimonio con esta.

Como la Orisha del agua salada era bruja comenzó a prepararle polvos para debilitar sus poderes adivinatorios, hasta que lo despojó de estos.

Luego con una mezcla de sus hierbas lo fue enfermando hasta que acabó con su existencia y de esta forma la deidad dueña del océano vengó el ultraje sufrido por su hermana.