Nuestra religión es un mar de sabiduría, muchas veces desconocemos por qué ciertos frutos o elementos son tan importantes para los religiosos, pero los patakies tienen la respuesta para todo, son pedacitos de historias ancestrales que nos ayudan a entender el maravilloso mundo de los Orishas. Antes de comenzar con la obra a Oggún aquí va la historia.
Pataki de Oggún y la sandía:
Cuenta el Pataki que existía un pueblo en el que sus moradores no se respetaban entre sí, ni mucho menos se tenían consideración. Reinaba la desobediencia y pasaban el tiempo haciendo barbaridades, profanando todo y con muchos malos vicios.
Oggún castiga los vicios.
Un día el Orisha Oggún, guerrero por naturaleza, de carácter impulsivo y violento se enteró de lo que en aquellas tierras sucedía y decidió ir a poner orden y acabar con todas las faltas que sucedían allí.
Pero en este pueblo, también vivía un hombre que era creyente, fiel religioso que siempre hablaba con Eleggúa y este le aconsejó que fuera a consultarse con Orula.
Orula predice la maldición del pueblo.
Al ir a consultarse con Orula este le mandó un ebbó (limpieza) con melón porque el destino predecía que ocurriría algo muy malo en esa tierra como castigo por el comportamiento de sus moradores, por lo tanto, debía protegerse y cuidarse de lo que la santa palabra de Orula avecinaba.
Al terminar el ebbó este hombre debía sembrar ese melón en la parte trasera de su casa para protección.
El hombre hizo todo lo que le dijo Orunmila y al cabo del tiempo llegó Oggún colérico y furioso por las cosas que estaban sucediendo en aquel lugar y arrancó la cabeza de aquellos hombres del pueblo casa por casa.
El melón apacigua la ira de Oggún.
Cuando pasaron por casa del hombre que se había consultado al pie de Orula, lo vieron con un melón en la mano.
Oggún y sus hombres iban muertos de sed y hambre, con sangre en sus manos por la batalla que allí habían desatado, y Oggún preguntó al hombre que era eso que tenía en sus manos.
El hombre le ofreció el melón a Oggún y éste se lo comió todo, saboreando y refrescando la sed y el hambre.
La palabra de Orula y el ebbó te salvan.
Después de comerlo, le dijo al hombre que el melón estaba muy bueno y que por ello le concedía ser dueño de todo y que sería el único hombre que sobreviviría en aquellas tierras.
Desde entonces Oggún el guerrero se sacia con melón y se apacigua.
Obra para Oggún con sandía:
Hay muchas obras para Oggún, pero esta obra en específico está dedicada al gran guerrero para vencer obstáculos, guerras y dificultades.
Con ella podrás refrescar y apaciguar situaciones difíciles y obtendrás el poder para enfrentar las adversidades que el destino depare.
Importante: Esta obra es al pie de Oggún, por lo tanto es necesario que usted haya recibido a los Guerreros, de lo contrario no podrá realizar esta obra.
Elementos que necesita para la obra:
- Sandía fresca (puede ser entera, a la mitad o en rebanada)
- Dos velas, si tiene una sola puede partirla a la mitad.
- Tabaco
- Aguardiente
- Manteca de corojo
Procedimiento:
- Primero debe poner encima de la cazuela de Oggún la sandía:
- Si es entera se le abrirá un orificio por un extremo, para que se vaya destilando el jugo encima de Oggún para refrescarlo.
- Si es la mitad o en rebanada, la parte cortada es la que se pondrá encima de Oggún, de forma tal que como quiera que usted ponga la fruta vaya escurriendo su jugo.
- Luego se le prenden sus dos velas y se le va pidiendo a Oggún por todo lo que usted desee, o sea converse con él de sus problemas.
- La obra puede dejarla hasta el otro día, y puede utilizar el jugo que se destiló y se encuentra en el caldero de Oggún para darse baños, o para refrescar su hogar o la puerta delantera de su casa.
- Después llevar la sandía que quedó al monte con 3 centavos y dejarlo allí.
- Al regreso debe limpiar a su Oggún con su respectiva manteca de corojo, echa humo de tabaco y aguardiente.
Todas las obras a Oggún debe hacerlas con mucha fe y amor.
