La Planta del Algodón es autóctona del trópico, aunque en la actualidad su cultivo se ha extendido por todo el mundo.
Su nombre científico es Gossypium barbadense l, en la lengua lucumí se identifica con los vocablos orú y oro, mientras que los congos la llamaron Ndúambo.
El algodón es una de las hierbas más importantes que se emplean en los rituales de consagración santorales, esta planta pertenece al Orisha Obatalá, santo dueño de todas las cabezas.
También se asocia a los Orishas Osun, Ori, Oshanlá y Oggán, con esta hierba se elaboran los omieros de la Osha que son preparados mágicos que se emplean en baños rituales y limpiezas de depuración.
¿Conoces las utilidades del Algodón en la Santería?
El algodón se considera ingrediente esencial en muchas ceremonias yorubas, entre estas destacan la afamada rogación de cabeza, rito que se realiza con el fin de refrescar la lerí (cabeza) del religioso proporcionándole salud, asiento y larga vida.
Las motas de algodón se emplean como elemento cobertor de algunas ceremonias, del mismo modo que brindan abrigo a los Orishas blancos en el interior de sus soperas.
Muchas casas religiosas luego de untarle manteca de cacao a Oque, lo cubren con algodón, brindándole calor y protección.
Con el algodón se realizan ebbos, ceremonias de depuración que se practican con el objetivo de limpiar el aura y el destino alejando el infortunio y los osogbos del camino del religioso.
¿Cómo preparar un omiero con el Ewe sagrado del Orisha Obatalá?
El santero toma las hojas de la planta de algodón y las sumerge en un recipiente con agua con el fin de realizar un omiero.
A este se le añade cascarilla y manteca de cacao.
Una vez que todos los ingredientes han sido debidamente integrados con la ayuda de un colador se filtra la preparación, la que posteriormente puede ser empleada en la ejecución de limpiezas para refrescar el hogar y en baños rituales, donde debe administrarse el líquido respetando el cuero cabelludo aplicándose en la cara y del cuello hacia abajo por el resto del cuerpo.
Ceremonia de recogimiento en el hogar con gajos de Algodón y cascarilla.
Para refrescar el hogar, atraer la buena fortuna y erradicar las energías negativas el religioso elabora un plumero con gajos del algodón, el que amarra con una cinta roja.
Sobre las hierbas esparce cascarilla y va limpiando la casa como si deshollinara los rincones a la par que le ruega a Obatalá que derrame sobre la casa todas las bendiciones del mundo.