¿Qué color de vela dedicamos a Obatalá? Luz y pureza en nuestros rezos

Obatalá, es conocido como el Padre Orisha, se cree que tiene una relación directa con el dios supremo, Olodumare, y que puede interceder ante él por el destino y felicidad de todos los que habitan la Tierra.

La deidad de Obatalá, se considera uno de los siete dioses más importantes del panteón de la religión Yoruba conocidas como las Siete Potencias Africanas, y aquel a quien se le dio la misión de crear al mundo y esculpir al ser humano.

Es un dios amoroso, paciente y sobre todo misericordioso, por lo que muchos elevan en su nombre múltiples plegarias y oraciones para que interceda en diversos asuntos como:

El amor,
la paz,
la tranquilidad,
la protección,
la salud y muchos otros.

¿Cómo invocar con rezos al anciano Orisha Obatalá?

Obatalá sincretiza con una representación de la religión católica, la Virgen de las Mercedes.

Ambos cultos se unen fundamentalmente en peticiones de justicia, de igualdad y de libertad.

Algunos consejos para venerarlo:

Usualmente a Obbatalá se le vincula a la naturaleza y las montañas, por lo que muchos llegan a rezarle a estos paraísos de paz y pureza.
Allí se establece un vínculo espiritual con esta deidad y se le hacen peticiones de favores, ayudas y protección, entre otros.
Por supuesto, si desea también se le dedica a Obbatalá un altar adornado con símbolos blancos y aditamentos de plata, elementos que representan a la deidad más pura.
En este lugar especial, le entregamos ofrendas de flores, velas, y de alimentos usualmente blancos, como el arroz con leche, la ofrenda dulce preferida del anciano Orisha. Al final del artículo compartimos algunas de sus hermosas ofrendas.
Luego le rezamos con la mejor disposición posible, con fe y devoción, para que así puedan llegar mejor nuestras plegarias a los oídos de este orisha, y que todas sus peticiones y deseos sean concedidos.

Velas blancas y plegarias para que Obbatalá nos traiga tranquilidad

Por todo lo que representa el Padre Orisha, el color de vela para Obatalá lleva blanco, no obstante, también puede colocarle una mecha o velas con tonos suaves o claros, lo más importante es iluminarlo con amor.

A través de la oración a Obbatalá, recibimos armonía y calma, las cuales nos llevan a pensar con inteligencia y serenidad, y a tomar buenas decisiones.

Debemos dedicar un tiempo a meditar y rezarle al Padre sabio de la Ocha, siempre iluminando nuestras oraciones con velas blancas, símbolos de pureza y de iluminación.

Además, esta luz es también una ofrenda de paz y tranquilidad a Obbatalá, que sentirá nuestro respeto y devoción.

¿Cómo pedirle a Obatalá que nos regale su protección? Rezo al Orisha

Con esta oración le pedimos a Obbatalá mucha tranquilidad y paz.

¡Oh santo Obatalá!, te invoco como el rey de Reyes que eres.
Tú que dominas la Tierra, aunque tengas tu reino en el cielo, Santo Padre que a todos los demás santos guías.
Creador de todo en la Tierra, de la naturaleza, de todo lo puro y blanco, y por eso la paz es tu símbolo.
Haz que yo pueda lograr tener tu sabiduría, y con ella comprender todo lo que hasta ahora no entiendo.
Pon en mí las palabras sabias para dirigirme a otros, otórgame el Don de la paciencia y el saber escuchar a los demás.
Haz que pueda tener una vida con resignación, que pueda hacerle frente a todos los dolores que me aquejan.
Que con esta oración a Obatalá, me llene de una tranquilidad profunda.
Que, con solo tu presencia, mi espíritu se llene de gozo, sosiégame cuando me invada la ira, ayúdame a enderezar mi camino.
Enséñame a comprender con tu infinita sabiduría, todas las cosas que no entienda.
Sírveme como soporte para llevar en paz y calma mi vida, dame tu santa bendición para poder soportar todo lo que se avecina.
Bríndame las fuerzas necesarias para sobre llevar el peso de mis cargas. La tranquilidad que te pido, será el premio que me tengas reservado.
¡Oh Padre mío, santo Obatalá!, cuida cada paso que dé en mi vida, cúbreme con tu blanca luz, y a través de ella, dame la tranquilidad mental y espiritual que tanto necesito.
Oh mi santo Obatalá, mi rey soberano y redentor, en ti confío fielmente. Así sea