Siete Potencias Africanas, el amparo de todos

En nuestra religión las Siete Potencias Africanas representan a los principales Orishas del panteón yoruba.

La invocación a estas deidades es muy poderosa, pero antes de hacerlo siempre debemos agradecer a nuestros Orishas, por cómo obran día tras día a nuestro paso.

Dicen los más viejos y sabios que muchos son los milagros que se han contemplado, cuando unen las fuerzas los venerados dioses yorubas.

Así, las personas imploran su ayuda sobre todo cuando ellos o sus familiares están en un grave problema, muchas veces asociado a enfermedades mortales, a una mala situación económica e incluso a una terrible ruptura sentimental.

Y es que las Siete Potencias pueden ser invocadas como una sola fuerza para socorrer a los creyentes en casos de necesidad o urgencia.

¿Qué son las Siete Potencias?

Ellas son las mismas representaciones de la Divinidad, que son reverenciadas en la Religión yoruba, como Obatalá, Shangó, Eleguá, Oggún, Orunmila, Oshún y Yemayá.

Pero cada una de estas deidades tiene atributos específicos que pueden aliviar y prevenir las cargas negativas en casos específicos, cada uno de los cuáles se debe tener en cuenta.

Obatalá se caracteriza por la paz y la armonía;
Shangó, por el poder sobre los enemigos;
Eleguá, por eliminar obstáculos en nuestros caminos;
Oggún, por su protección;
Orunmila, por la sabiduría;
Oshún, por proteger a las gestantes y brindar dulzura y
Yemayá por ayudar en el matrimonio, la maternidad, y la familia.

Todos podemos recurrir a las 7 potencias africanas para solicitar salud, dinero, empleo, amor, y éxito, pudiendo hacer una petición a todas las deidades, o una en particular para cada una.

Tengamos en cuenta, que cada una de las deidades que conforman este grupo se encuentra relacionada con un elemento específico de la naturaleza, por lo cual la unión de todas representa una fuerza inmensa relacionada con los poderes del universo.

La invocación a estos Orishas, como aconsejan los grandes sabios de la religión yoruba, no debe tomarse a la ligera, aunque se deja claro que todo devoto merece la ayuda de las Siete Potencias del panteón yoruba.

Historia (Pataki) de las Siete Potencias Africanas

En la religión yoruba, los Patakíes son los encargados de recoger la tradición oral de la cultura yoruba, y luego difundirla para que las nuevas generaciones conozcan la historia y la cultura afrocubana.

A ellos se debe acudir para conocer la historia de las 7 potencias africanas.

Olodumare (Dios) ordenó que fuera creada la Tierra y todos los seres vivos que serían los que la habitarían, y para ello contó con el apoyo de Olorun, dueño del cielo, y de Olofin, considerado como el máximo Orisha.

Los tres le ordenaron a Orula, que es la deidad de la adivinación, que asignara a todos los Orishas los elementos de la naturaleza que los regirían.

Así, Obatalá debería poblar la tierra, por lo que está considerado como el padre de todos los Orishas, mientras que a Yemayá, Oshún y Shangó, se les encomendó la tarea de cuidar del mar, los ríos y el fuego, respectivamente.

A estos principales Orishas se les sumaron Eleguá, el dueño de los caminos, y Oggún, el dios guerrero.

Así, conformaron el grupo de las más fuertes entidades que conforman el Panteón Yoruba.

Debemos tener en cuenta que las Siete Potencias Africanas nos pueden ayudar en problemas tanto a nivel físico como moral, pues son guías espirituales y todas las personas pueden tener acceso a estos Orishas.

Símbolos y colores para invocar a las Siete Potencias

Estas poderosas siete deidades de la religión yoruba se caracterizan por un color específico, que lo diferencian en las diversas ceremonias y en los rituales.

A Obatalá se le vincula siempre con el color blanco, por la pureza y claridad; por otro lado, a Yemayá se le asignó el color azul en todos sus tonos, por el mar y sus profundidades, a Oshún por su parte, la representa el color amarillo, por el lujo y la riqueza.

Mientras, el color rojo está relacionado con Shangó, por la pasión y valentía, tonalidad que comparte con Eleguá, aunque este puede llevar también el negro.

A Oggún se le asignó el color verde que se alterna con el color negro, mientras que Orula, puede llevar el color verde en combinación con el amarillo.

Sobre estos colores se elaboran los collares que portan los iniciados y no iniciados en la religión para su protección y en honor a determinado Orisha.

Dentro del camino de Ifá y de la Regla de la Osha, la imposición de collares o ekeles es uno de los rituales básicos de iniciación yoruba.

Se dice que, cuando se portan los collares, los Orishas irán con aquel que los lleve y lo protegerán.

¿Cómo invocar a las Siete Potencias Africanas de la religión yoruba?

Las situaciones desesperadas hacen que los devotos invoquen a las Siete Potencias y le imploren su gracia y sus bendiciones para la solución de los problemas. La religión yoruba posee numerosos rituales para invocarlas.

Por ejemplo, se deberá preparar un altar a las deidades, cubierto pon un mantel blanco. Sobre él, se coloca un velón de 7 colores en un platillo de cerámica o barro y las ofrendas correspondientes.

Estas constituyen flores, un vaso de agua, coco y los elementos que le gusten a cada Orisha. Luego se enciende el velón de 7 colores y con fe se hace la plegaria que todos los devotos conocen, pero cuyo autor es desconocido:

Oración a 7 Potencias Africanas para protección:

¡Oh, 7 Potencias que estáis alrededor del Santo entre los santos! Humildemente me arrodillo ante vuestro cuadro milagroso, para implorar vuestra intercesión ante Dios, padre amoroso que protege toda creación, animada e inanimada.

Os pido, en el nombre del sacratísimo y dulce nombre de Jesús, que accedáis a mi petición y me devolváis la paz de espíritu y la prosperidad material, alejando de mi casa y quitando de mi paso los escollos que son la causa de mis males, para que jamás puedan volver a atormentarme.

Mi corazón me dice que mi petición es justa, y si accedéis a ella, añadiréis más gloria al nombre bendito de Dios, Nuestro Señor, de quien hemos recibido la promesa de pedid y se os dará ¡Así sea en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!

¡Oídme Changó! ¡Escuchadme, Oshún! ¡Atiéndeme Yemayá! ¡Mírame con buenos ojos, Obatalá! ¡No me desampares Oggún! ¡Seme propicio, Orula! ¡Intercede por mí Eleggúa! ¡Concédanme lo que les pido, por la intercesión de las Siete Potencias Africanas! ¡Oh, Santo Cristo de Olofín!, bendito seas por los siglos de los siglos. Ashé.

”Abro mis puertas con el fin de la buena fe a los 7 espíritus de la fortuna que ahora lleguen a mi casa para que la protección, la felicidad, la salud, el amor, la riqueza y el éxito estén en mi vida para siempre ¡Oh, Siete Potencias africanas yo las invoco y conjuro, Siete Potencias divinas que estáis alrededor del Santo entre los santos! Yo los llamo para que intercedan por mí y o por (….) y ahora cumplan mis necesidades.

Bendito Eleguá poseedor de las llaves del destino, ábreme mis 21 caminos a la salud, la riqueza, el amor y el éxito, líbranos de todo mal destino y que por las 4 esquinas nos llegue la felicidad, Yemayá dueña del mar limpia mi espíritu, cuerpo y alma de todo mal, bendíceme y limpia mi camino.

Changó poderoso guerrero dueño del rayo y el fuego destruye toda traba y obstáculo que allá en mi camino, Oggún supremo guerrero del hierro, ayúdame a salir siempre victorioso y para que el hierro jamás me toque, Obatalá rey del mundo que siempre haya paz y armonía en mi vida, Oshún dueña del río dame suerte en el amor y mucho dinero, endulza los corazones de todos mis enemigos para que se vuelvan mis amigos.

Orula dueño de los cuatro vientos poseedor de todos los poderes mágicos para influir en nuestro destino destruye todo trabajo de brujería, hechicería, alta magia negra y salación y que el universo se modifique a mi favor, Oh poderosas siete potencias africanas concédanme lo que les pido (…..) en el nombre todo poderoso de Dios Olodumare.

Accedan a mi petición y devuélvanme la paz de espíritu, riquezas materiales, salud, amor y éxito, alejando de mi casa y quitando de mi paso todos los escollos que son la causa de mis males sin que jamás puedan volver a atormentarme. Gracias porque así es.

¡Oídme Changó! …¡Escuchadme, Oshún! …¡Atiéndeme Yemayá! …¡Mírame con buenos ojos, Obatalá ¡No me desampares Oggún! …¡Ayúdame Orula ! …¡Intercede por mí Eleggúa! Aché.

Y que la bendición de Dios padre omnipotente, descienda sobre mí, que así sea, Amén. Aché”.