Son los refranes, hermosos exponentes de un simbolismo histórico, tradicional e identitario.
Llegan hasta nuestros días como vestigios de las historias y costumbres de otras partes del mundo, que se han integrado a nuestra cultura como parte de las raíces de esta tierra.
Fundamentalmente esos refranes que llegaron con nuestros antepasados africanos rebosan de enseñanzas psicológicas, culturales y religiosas que guían a los cubanos, creyentes o no, en su vida diaria.
Los refranes devenidos de la vida y costumbres religiosas de África se han incorporado al cuerpo literario y litúrgico de Osha-Ifá como forma de comunicación de Oshas y Orishas con los devotos religiosos, por lo que sirven de base al sacerdote-intérprete (babalawo) del oráculo para las consultas.
Cada proverbio y su enseñanza se incluyen en las Letras y Odun según sea el oráculo del Dilogún o el de Ifá sub-sistema oracular empleado, para aleccionar o instruir a los yoruba sobre el camino espiritual.
Dice Okana: Debes ser siempre consciente de sus posibilidades y limitaciones
El signo Okana Tonti Okana (1-1) dice “Con una atarraya no se puede pescar un hipopótamo”.
Para analizar este refrán y su enseñanza, debemos primero prestar atención al significado de sus palabras.
Significado de ambos vocablos:
- Atarraya, es un término que nombra a una red redonda para la pesca en aguas poco profundas, que se lanza al voleo desde embarcaciones ligeras o en las mismas playas, para pescar peces pequeños.
- El hipopótamo, por su parte, es un gran mamífero que habita en aguas profundas, y es el quinto animal terrestre más grande del mundo. Su peso oscila entre los 1550 y 1800 kilos y su mordida está considerada como la más poderosa del mundo.
Como vemos, nunca podríamos pescar un animal de semejantes dimensiones con una red simple de pesca.
Significación en la vida de este refrán
“Con una atarraya no se puede pescar un hipopótamo” es un refrán que nos indica la importancia de mantenernos al nivel de nuestras habilidades, competencias y limitaciones.
Es importante saber que no podemos poner manos a la obra en ningún proyecto, si no poseemos los elementos para llevarlo a cabo, pues no lograremos que sea efectivo.
Cuando nos enfrascamos en planes y objetivos, lo primero que debemos tener en cuenta es si están entre nuestras posibilidades y si contamos con todo lo necesario para su realización, pues podemos frustrarnos.
Por ejemplo:
Aunque deseemos una nueva casa, debemos contar con un presupuesto, un terreno, materiales de construcción, o los medios económicos para comprarla, entre otros elementos. Mismos que nos facilitarán la consecución del proyecto.
Por lo tanto, en este caso, si aún no poseemos estos medios, sería prudente, lógico y más oportuno planear basándose en nuestras posibilidades, y ponernos metas pequeñas, que, a largo plazo, nos acerquen hacia el propósito final.
No se trata de desistir y abandonar nuestros sueños, sino de ser realistas y trabajar con enfoque en nuestras metas sin intentar acaparar más de lo que realmente podemos.