Ogbe Oshe nació bendecido por Oshún, la deidad dueña de la miel de abejas ofrece especial protección a los hombres y mujeres nacidos bajo este signo, guiando sus pasos y colocando en su camino muchas bendiciones, a la par que pruebas difíciles de superar.
Pues esta deidad que desborda dulzura con una sonrisa en el rostro, sentencia la desobediencia y la mala conducta.
Oshún es el bastón principal de Ifá
Bajo este odun hay que cumplirle a Oshún y jamás faltar a ninguna promesa realizada, pues la santa constituye en esta letra un baluarte sagrado.
Es la Venus africana, la Orisha que socorre a Ogbe She sin reparar en tiempo ni en esfuerzos, se considera el bastón principal de Ifá.
Ifá advierte tragedia por accidente
Esta letra advierte prestar especial cuidado a los accidentes de tránsito y del hogar, marca quemaduras y lesiones por objetos punzantes.
El aparato digestivo es el conjunto de órganos que se ve más afectado en esta letra, por ende, Orunmila recomienda no ingerir comidas que no hayan sido debidamente refrigeradas.
Se le pide a Shangó para que las maldiciones no lleguen
Las maldiciones y las burlas se comportan como constantes en Ogbe She.
La persona es víctima de constantes provocaciones por parte del enemigo, quien no descansará hasta lograr su objetivo.
En Ogbe Oshé se trabaja con el Orisha dueño de la candela entrada la madrugada, momento en que sus poderes obtienen mayor alcance.
Shangó es el Orisha al que se le pide para evitar que las maldiciones lleguen al hogar
- En este odun el religioso se baña con hierbas de Kawó Silé para depurar lo malo.
- Cuando el hombre tiene que enfrentar una guerra saca las herramientas de Shangó de su batea y le prepara una harina bien caliente, la que verterá sobre estas en una jícara cuando conste en el fondo del recipiente, el nombre del enemigo escrito sobre un papel cartucho.
Obra con Orunmila en Ogbe Oshé
En Ogbe Oshé se le coloca un adimú a Orunmila con seis torrejas, ofrenda que luego de colocarse debe ser probada para que el santo la acepte.
- Con este trabajo se atrae el desenvolvimiento y la felicidad.
Esta obra se acompaña de la colocación de dos velas blancas al pie del gran Oráculo de Ifá, para pedir con estas, adelantamiento espiritual, progreso y salud a la deidad más sabia del panteón yoruba.