De los 3 hijos del Oba solo uno siguió la palabra de Orula y se salvó

Relata el pataki que tras la muerte del Oba Olukan su primogénito debía sucederlo en el trono, hecho que trajo gran conmoción entre los servidores del monarca pues varios de sus súbditos ambicionaban poseer su corona y su fortuna.

Pataki de los tres hijos del Oba que fueron a consultarse con Orula

El hijo mayor del Oba decidió seguir los pasos de su padre y ocupar el trono que por derecho le pertenecía.

Antes de que ocurriese la coronación fue a visitar a Orunmila para que este lo registrara.

Este le marcó la realización de un ebbó con toda la riqueza que le había heredado su padre, a lo que este se negó rotundamente.

Pasados unos días se efectuó la coronación que lo proclamaba como rey oficialmente, pero desgraciadamente la suerte no le acompañó y tres semanas después de haber sido coronado falleció inexplicablemente.

Entonces el segundo hijo del Oba debía ocupar el trono, este también visitó a Orula antes de ser coronado saliéndole el mismo signo que a su hermano.

Al igual que el primogénito de la familia este se negó a realizarse el ebbó con toda la fortuna de su padre y días después de ser coronado falleció.

El adivino Orula revela donde se hallaba la maldición de la corona

El tercer y último hermano se encontraba expectante ante tales situaciones y viendo como el destino había tratado a sus hermanos tenía la duda de si quería o no ser rey.

Después de mucha presión por parte de los miembros de la corte aceptó ser coronado, no sin antes haber consultado al gran oráculo de Ifá sus dudas.

Orula le marcó al tercer hijo la realización del mismo ebbó que a sus antecesores y este hermano al ver lo sucedido anteriormente estuvo de acuerdo.

Luego explicó al futuro rey que:

La maldición que había cobrado la vida de sus hermanos no se hallaba en la corona sino en las manos que la colocaban, por lo que este no debía dejar que nadie le pusiese sus atributos, sino que debía colocárselos él mismo si quería conservar su vida.

En el momento de la coronación el hijo del Oba tomó la corona antes de que ninguna otra persona lo hiciera colocándola sobre su cabeza con sus propias manos tal y como había aconsejado Orula.

Este tuvo un reinado largo y feliz, lleno de prosperidad y riquezas.

Bendiciones con las que sacó a su pueblo adelante y lo hizo expandirse comercialmente hacia los mercados de otros reinos vecinos.