Ejiogbe: ¿Por qué el Carnero se amarra a la Soga y esta al Palo?

Cuando Olofin iba a realizar una reunión para esclarecer asuntos determinantes siempre invitaba a participar en esta a su hija.

Quien era una joven muy inteligente capaz de aportar ideas frescas a las estrategias por las que se regía la humanidad.

Ikú (la muerte), quien asistía con regularidad a esas reuniones conoció en estas a la hija de Olofin, quedando flechado por esta.

De esta forma entre intercambio de ideas y sonrisas fue surgiendo el amor entre ambos.

Entonces Ikú se vio en la obligación de pedir la mano de la hija de Olofin en matrimonio.

Pataki donde se enseña a los traidores el verdadero valor de la amistad

El Orisha al ver que el esposo de su hija iba a ser Ikú quedó impactado, pero como no debía hacer diferencias entre sus hijos le entregó a esta en matrimonio.

No sin antes ponerle una condición, la que consistía en que debía traerle cien cabezas a sus pies si quería demostrar que estaba enamorado.

Ikú, quien pensaba que tal número de cabezas era un gran sacrificio le propuso que mejor le traería una que valiera por todas las anteriores, refiriéndose a la vida del palo quien era muy correcto y virtuoso.

Para cumplir su cometido Ikú solicitó la ayuda del carnero y la soga quienes eran sus amigos, proponiéndoles una alta recompensa si traían ante él al palo.

De esta forma el carnero partió en la búsqueda del palo.

El Palo se consulta al pie de Orula y recibe un consejo poderoso

Al llegar a su casa comenzó a llamarlo, al ver que nadie atendía su solicitud regresó a su casa.

Sin saber que esa mañana el palo se había consultado con Orunmila y este le había advertido que una vez cerrara la puerta de su casa no debía abrírsela a nadie, pues su persona estaba siendo asechada por muchos peligros.

Al día siguiente la soga fue a casa del palo para capturarlo y así cobrar la recompensa prometida por Ikú.

La soga quien ya conocía lo antecedido empleó una estrategia a la que el palo no se podría resistir y una vez estuvo en la puerta de su casa fingió sufrir un desmayo.

El palo al ver a su amigo en el suelo fue corriendo a socorrerlo, entonces el carnero lo sorprendió y entre los dos lo encerraron en una caja.

Olofi castiga a los falsos amigos por su traición

De camino a la casa de Ikú los falsos amigos iban saboreando su recompensa.

Ikú les concedió su gratitud al carnero y la soga y partió hacia el palacio de Olofin para entregarle el tributo que lo hiciera merecedor de contraer nupcias con la descendiente del Orisha.

Desde ese día debido a la traición de los falsos amigos, Olofin implementó la ley de que el carnero se amarra a la soga y esta al palo, con el fin de que los traidores comprendieran el verdadero valor de la amistad.