Babalawos, olorishas, babaloshas, iyaloshas, aleyos… estos son términos sumamente utilizados dentro de la práctica santera en Cuba y, pues, representan la jerarquía, el respeto y el orden dentro de la Regla de Ocha-Ifá.
Cada una de estas jerarquías posee un significado especial que los practicantes de la religión deben conocer, igualmente representan reglamentos, responsabilidades y atenciones para con las deidades.
Cada uno de estos términos está de acuerdo no solamente a la jerarquía, sino a los conocimientos adquiridos por los practicantes, que determinan su estatus dentro de la Santería.
El Aleyo y el Iyawó en la religión Yoruba
El primer término que se utiliza y del que mucho se escucha hablar es el aleyo, que indica que la persona es «invitado», el creyente no iniciado, que, aunque puede estar presente en algunas ceremonias, no puede llevar a cabo rituales ni realizar consagraciones.
Le sigue el Iyawó, el iniciado, que ya tiene santo coronado, pero debe completar la etapa de un año de consagración, durante la cual debe regirse por reglas, normas y prohibiciones, para alcanzar el crecimiento espiritual que lo considere santero.
Ese período de tiempo es fundamental en la vida del iniciado, pues solo así demostrará que está listo para seguir adelante en el camino espiritual.
6 Reglas que debe respetar el Iyawó en la Santería
Las reglas y limitaciones que cada Iyawó conoce, tienen también el objetivo de cuidarlo durante su primer año.
Algunas de las prohibiciones y su significado:
- Durante ese tiempo debe vestir siempre de blanco.
Se emplea la ropa blanca durante el Iyaworaje porque representa agradecimiento, titularidad y pureza. Cuenta el pataki que la tela blanca fue la única que realizó Ebbó entre todas las demás telas de colores.
El objetivo de esta norma es también rendirle honores al orisha Obatalá, ya que este es su color y él es la máxima potencia, el que gobierna el mundo, el dueño de todas las cabezas.
Por otro lado, también se usa este color porque, durante este año, el Iyawó se encuentra depurando todo lo malo de su vida anterior, y esto lo hace con el blanco, que simboliza la pureza y todo lo bueno.
- Durante los tres primeros meses, el Iyawó debe estar en su casa antes de las seis de la tarde y el resto del año antes de las doce de la noche.
Esto se hace porque tiene la “fontanela”, por donde penetró el santo, abierta, y no debe exponerse al sereno de la noche, ya que esto le hace daño.
- Tampoco puede ir a cine, cabaret, ni espectáculos públicos.
- No debe pararse en las esquinas ni tener discusiones o riñas.
- No debe tomar bebidas alcohólicas, ni ir a fiestas de carnavales.
Esta norma se debe que se dice que en el carnaval “baila la muerte”.
- No puede asistir a funerarias, entierros o al cementerio.
Porque estaría recogiendo todos los osogbos y energías negativas que trae la muerte.
Después del primer año, ya deja de ser un Iyawó y alcanza la mayoría de edad, convirtiéndose en un Iyalocha o Babalocha.