En el año en que Shangó reinó por primera vez sobre la tierra, Olofin le dio la tarea de mantener la paz entre sus semejantes y la naturaleza.
Objetivo que se dio a la tarea de cumplir a cabalidad. Siendo castigado de forma férrea aquel que irrumpiera su mandato e intentara crear el caos en el mundo.
El heredero de Shangó
Kawó Silé tenía un heredero, el cual era muy rebelde y se mostraba gustoso de imponer su voluntad ante cualquier circunstancia sin importar a quien perjudicaba con su actitud.
Un día su madre consintiendo otro de sus caprichos lo llevó ante Orunmila para que este lo consagrara en la sagrada regla de Ifá.
Shangó al descubrir mediante rumores lo que sucedía se mostró furioso y comenzó a seguirlos con el fin de develar lo que tramaban.
La consagración sin el permiso de Kawó Silé
Orula al percatarse que era el heredero de Shangó el que tocaba a su puerta se puso muy contento pues tenía al rey en gran estima y reunió a todos los religiosos para comenzar a celebrar la consagración.
Una vez se habían iniciado los ritos, Kawó Silé llegó de imprevisto a la morada donde se realizaba la ceremonia y muy decepcionado expresó que se había realizado esta consagración sin contar con su aprobación, ni sus bendiciones, hecho que lo hacía sentirse mal y traicionado.
El nacimiento de los osogbos de la traición, la mentira y el engaño
Orula sorprendido pidió al padre que no tomara represalias contra su descendiente y como todo hecho trae consecuencias esa traición fue castigada por Olodumare, haciendo descender hacia la tierra por vez primera los osogbos de la traición, la mentira y el engaño, hechos que habían surgido de las entrañas del joven príncipe y que afectarían la paz de la tierra de forma posterior.
Condenándose de esta forma, a vivir relacionado con hechos denigrantes hacia la persona, pues su castigo abarcaba la personificación de estos males de forma consciente e inconsciente.
El primer paso: Pedir siempre la bendición de los mayores
Por este motivo en la Religión Yoruba se instauró la tradición de pedir la bendición del ángel de la guarda, el padre y la madre ante cualquier ceremonia pues esta es la única forma de validar, la iniciación religiosa con la bendición de Shangó y Olodumare y evitar que surjan los osogbos que ponen en peligro el secreto de la Osha.
Entre los religiosos se considera este el primer paso, para no perder el iré que con tanto sacrificio se va a buscar a la puerta del cuarto de santo.