San Silvestre es aclamado por su poder de protección y por lo mucho que ayuda cuando se tienen problemas con malas personas, enemigos o con quien nos desea el mal, para la protección del hogar y alejar lo malo.
El reconocido santo papa de la Iglesia Católica intercede por nosotros ante nuestros enemigos y desvía el mal que nos estaba destinado. Por eso, muchos son los devotos que le rezan y que llevan su imagen como amuleto de buena suerte y de protección.
Si queremos que nuestro hogar esté perfectamente limpio de magias y vernos libres de los trabajos o conjuros que hayan hecho contra nosotros, nuestra familia y aquellos que nos son cercanos, debemos invocar mediante la oración a este santo protector con mucha fe y sin dejar de confiar en su gran poderío.
Una parte de este poderoso rezo dice así:
Despeja todas las veredas por donde voy, todos los lugares donde tengo que pisar, de hombres y mujeres de mal vivir, de mentirosos, de malhechores, violentos y hostigadores, chismosos, charlatanes, envidiosos y egoístas, libra mi persona, hogar y entorno de injusticias, de venganzas y de todo odio y rencor.
Historia de San Silvestre del monte mayor, el Papa Santo
San Silvestre fue hijo de un noble romano que llegó a Papa tempranamente, debido a la muerte de varios de sus predecesores en la silla de San Pedro y que debió enfrentar hostiles condiciones y momentos complicados para la fe católica.
El calendario cristiano conmemora la muerte del Papa San Silvestre I a los 65 años. Fue Papa de la Iglesia Católica y debió crecerse ante dificultades, debido a que aún en su juventud debió ejercer como máximo representante del cristianismo en una época de persecuciones y al mismo tiempo que el Emperador Constantino I el Grande decretó plena libertad para practicar en todas partes la religión de Jesucristo.
La leyenda del Papa San Silvestre
La leyenda cuenta que muy joven, San Silvestre enterró a otro papa que había sido asesinado por paganos. Por ello el prefecto de Roma lo encarceló, pero justo después de tomarle declaración, el hombre murió atragantado con una espina de pescado.
Esa muerte fue tomada como señal divina para que Silvestre fuese liberado y en plena juventud, fue convertido en Papa, el 31 de enero de 314.
Pero Silvestre, trigésimo tercer papa de la Iglesia Católica, sufrió los últimos períodos de persecución a los cristianos y debió enfrentarse a numerosas herejías.
Se cuenta en el texto conocido como “Donación de Constantino», que el soberano Constantino, arrepentido por sus crímenes y su paganismo, se postró ante Silvestre y le entregó la corona imperial, así como la púrpura y los otros signos del poder de Roma. Fue Silvestre quien lo bautizó como el primer emperador cristiano.
A San Silvestre se le atribuye la institución oficial del domingo como Día del Señor, para recordar la Resurrección y también se le considera el inspirador de la Corona de Hierro, que fuera realizada con un clavo de la Vera Cruz.
Se dice que apoyó los sacerdotes y a los fieles necesitados e instituyó la primera catedral de Roma, llamada San Juan de Letrán. Además, se le conoce como el primer papa administrador, por la gran cantidad de riquezas donadas por familias conversas al cristianismo que recibió y puso en función de la construcción de obras públicas.
Carrera de San Silvestre, homenaje mundial al santo
San Silvestre fue el primer papa que no murió mártir, pero sí santo, el 31 de diciembre de 335.
La Iglesia incluye su nombre en la letanía de los Santos y en su honor se proclamó la «Pontificia Orden Ecuestre de San Silvestre Papa y mártir», también denominada como Orden Silvestrina. A él, se le dedican numerosos eventos.
El más popular sin dudas la constituyen el 31 de diciembre, las llamadas Carreras de San Silvestre que se realizan en distintas partes del mundo como Portugal, España, Italia, México, Colombia y Guatemala.
Se dice que, en sus inicios, la carrera era una manera de recibir el nuevo año dejando todo lo malo en el camino y pidiéndole fortuna a San Silvestre.
San Silvestre y su sincretismo con Osain, Orisha del Monte
En el proceso de transculturación asociado a la etapa esclavista, los esclavos africanos sincretizaron a sus deidades con varios santos del culto católico para poder seguir mostrando su devoción y practicando sus cultos sin que sus amos supieran sus prácticas africanas.
Por ello San Silvestre sincretiza con Osain del Monte, Orisha que representa a la naturaleza y sus secretos.
Osain conoce las propiedades de todas las plantas, animales y minerales y es también adivino y médico de la Ocha (santería). Como San Silvestre, Osain es un Orisha sumamente reconocido por su capacidad de hacer el bien.
El orisha Osain es el dueño absoluto del monte y de la vegetación que allí se recoge y conoce cada hierba y su ashé (energía) particular. Es cazador y célibe, guardián y consultor.
Rezos para alejar el mal, las adversidades y desgracias
A San Silvestre le rezamos fundamentalmente para alejar los males del hogar y atraer la buena fortuna. Si deseamos tener suerte, abundancia y beneficios, debemos rezarle con mucha fe para que nos guíe por el mejor camino.
Oración a San Silvestre para la prosperidad, ayuda, amparo y protección
Así le rezamos para que nos conceda la suerte y la dicha y aleje todo el mal de nosotros y de nuestros seres queridos:
Oh glorioso San Silvestre, Papa de Monte Mayor,
que os distinguisteis por vuestro celo y caridad,
que gobernasteis la Iglesia con paz y bondad,
vos que habéis sido portento de virtudes
y enaltecido por vuestra sabiduría y humildad,
escuchad las súplicas de quien a vos acude
y conseguid para todos ayuda, amparo y protección.
Bendito San Silvestre elegido por Dios como defensor de la cristiandad
atended los clamores de vuestros devotos
y tened a bien interceder ante el Señor
para que sean remediadas nuestras tribulaciones,
para que nos veamos libres de las injusticias y atropellos,
de envidias, de traiciones y malas personas,
muerte repentina, de enfermedades y epidemias,
de incendio, de accidente y de catástrofes,
y de todas clases de adversidades y miserias.
Interceded san Silvestre para que se aplaque el rencor
de quienes desean nuestras desdichas y perdición,
y que nos conceda el favor de proteger a ……
(tu nombre, o el de las personas que quieres proteger).
San Silvestre, glorioso papa del Monte Mayor,
que por merecimientos gozáis de poder ante el Señor
rogad para que nuestros deseos se vean cumplidos,
que el dinero, el trabajo, la salud y la prosperidad
entren por la puerta de nuestras casas
y venga la fortuna, los beneficios, la abundancia,
la riqueza y la buena suerte para todos,
rogad para que nos sea concedido lo que con fe pedimos:
(decir lo que se quiere conseguir),
librad nuestros cuerpos y hogares,
y todo a nuestro alrededor,
del malhechor y de quien daño nos quiera causar,
alejad todo el mal y maldad que nos puedan desear,
y que los enemigos, visibles o invisibles,
jamás nos puedan humillar y vencer.
Gracias por darnos vuestra atención,
bienaventurado san Silvestre de Monte Mayor,
y en nombre de los Reyes del Cielo, Jesús, María y José,
pedid para nosotros auxilio, clemencia y bendición.
Si es para mayor gloria de Dios y bien de nuestras almas.
Amén.
También le rezamos a San Silvestre pidiendo su protección y bendiciones. Con su gracia, alejará todo mal que esté destinado a nosotros o a nuestros cercanos.
Oración protectora de San Silvestre Bendito del Monte Mayor
Si sentimos que el peligro nos acecha podemos rezarle la siguiente oración:
San Silvestre bendito del Monte Mayor, conquista, conquistador,
conquista y cuida mi casa y todo lo que circunda,
san Silvestre del Montemayor,
ven a nosotros, danos tu muy buena protección,
libra mi casa y todo a mi alrededor
de brujas, hechiceros, de malos vecinos y del traidor.
Despeja todas las veredas por donde voy,
todos los lugares donde tengo que pisar
de hombres y mujeres de mal vivir, de mentirosos,
de malhechores, violentos y hostigadores,
chismosos, charlatanes, envidiosos y egoístas,
libra mi persona, hogar y entorno
de injusticias, de venganzas y de todo odio y rencor.
A esta casa (negocio, coche, lugar de trabajo…)
la acompañan cuatro Santos:
San José, San Lucas, San Mateo y mi buen Jesús,
Cristo bendiga el cáliz, Cristo bendiga el altar,
Cristo bendiga la noche y la cama donde me voy a acostar,
cuatro pilares tiene mi cama, cuatro son los que me velan:
San José, San Lucas, San Mateo y mi buen Jesús.
Con los clavos me santiguo y me abrazo a la Cruz,
para que siempre esté conmigo el dulcísimo Jesús,
que me ha de salvar de cualquier mal;
y confiando en Dios y María Santísima,
yo conjuro y alejo todas las brujas, hechiceros
y a todo hombre malhechor, villano y traidor
para que no dañen ni mi cuerpo, ni lo puedan lastimar,
ni el de mi pareja, ni el de mis hijos,
ni el de mi familia, ni mis amigos, ni compañeros
con ninguna especie de conjuro o mal enviado.
Yo te pido san Silvestre del Monte Mayor,
glorioso protector de personas y del hogar,
que intercedas y nos libres de todo lo malo
que nos deseen a mi familia y a mí,
y si alguno con malos pensamientos nos quiere perjudicar,
llévatelo muy lejos para que no lo pueda hacer;
haz santo conquistador que mis enemigos,
ya sean ocultos o declarados, visibles o invisibles,
jamás me puedan vencer ni confundir.
San Silvestre, bendito protector,
tú que todo lo puedes y eres preciado intercesor
líbrame, aléjame de lo que me intranquiliza:
(decir ahora lo que se necesita conseguir).
Haz que los caminos que tenemos que recorrer
estén siempre limpios y claros, despejados y abiertos,
para que nuestra felicidad y prosperidad vayan a mas,
guíanos para no salir dañados ni perjudicados
por nada ni nadie, por quien nos odia y quien mal nos mira.
Te agradezco señor san Silvestre
tu amparo, tu defensa y tu protección,
para agradecer tu favor te coloco una vela
y para tu homenaje y honor, rezaré más a menudo
y daré a conocer tu nombre a quien lo precie
para que reciban tu ayuda como yo seguro tendré.
Amen.
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