La Misa Espiritual, es un importante elemento en la cultura espiritista, por la atención que esta le brinda a los espíritus de los difuntos, a los que se les pide luz, guía y protección en el plano terrenal.
Como elemento religioso, la misa es una manera sagrada de honrar a los espíritus, invocando a esas entidades ante una bóveda espiritual.
Dicha misa comienza con la lectura de oraciones de amor al Padre Celestial y otras plegarias, para la invocación a los espíritus, para que concurran y se establezca la comunicación.
Las oraciones para una Misa Espiritual son un elemento religioso fundamental para realizar esta sagrada ceremonia como honra a los espíritus y ancestros.
Con esta oración se da inicio a la Misa Espiritual:
Rogamos al Señor Todopoderoso que nos envíe buenos espíritus para asistirnos, alejen a los que pudieran inducirnos en el error, y que nos de la luz necesaria para distinguir la verdad de la impostura.
Separad también a los espíritus malévolos, encarnados o desencarnados, que podrían intentar poner la discordia entre nosotros y desviarnos de la caridad y el amor al prójimo.
Si alguno pretendiera introducirse aquí, haced que no encuentre acceso a ninguno de nosotros.
Espíritus buenos que os dignáis a venir aquí a instruirnos, hacednos dóciles a vuestros consejos y desviad de nosotros el egoísmo, la envidia y los celos, inspirando indulgencia y benevolencia para nuestros semejantes presentes y ausentes, amigos y enemigos.
Haced, en fin, que en los sentimientos de caridad, humildad y abnegación de que nos sintamos animados, reconozcamos vuestra saludable influencia.
A los médium a los que encarguéis de transmitirnos vuestras enseñanzas, dadles la conciencia de la santidad del mandato que les ha sido confiado y de la gravedad del acto que van a cumplir, con el fin de que tengan el fervor y el recogimiento necesarios.
Si en esta reunión se encontrasen personas que fuesen atraídas por otros sentimientos que no sea el del bien, abridles los ojos a la luz y que Dios les perdone si vienen con malas intenciones.
Rogamos muy particularmente al espíritu de nuestro guía espiritual, que nos asista y vele sobre nosotros.
Así, también se rezan habitualmente en las misas espirituales, tres Padrenuestros por las siguientes intenciones:
- Por el alma más abandonada del Purgatorio.
- Por el alma que más padece en el Purgatorio.
- Por el alma que más tiempo ha de estar en el Purgatorio.
Luego se reza de esta manera por los Difuntos:
Haced, oh Dios omnipotente, que el alma de vuestro siervo (o sierva), que ha pasado de este siglo al otro, purificada con estos sacrificios y libre de pecados, consiga el perdón y el descanso eterno. Amén.
Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, conceded a las almas de vuestros siervos y siervas la remisión de todos sus pecados, para que, por las humildes súplicas de la Iglesia, alcancen el perdón que siempre desearon; por nuestro Señor Jesucristo. Amén.