Oyá Dumí, la Orisha adivina y hechicera que conoce los misterios de Ifá

Oyá, Reina de los Vientos Fuertes, es una de las Orishas Mayores más reverenciadas del panteón yoruba por sus inmensos poderes y su estrecha relación con otras deidades igual de impetuosas y poderosas que ella.

En sus fuerzas se incluyen los temporales, los vientos fuertes o huracanados y las centellas. Simboliza la violencia de la naturaleza y la impetuosidad.

Oyá tiene estrecha relación con los eggunes y espíritus, por ello habita en la puerta de los cementerios y representa la intensidad de los sentimientos lúgubres, el mundo de los muertos.

Cuentan que Oyá es la pareja por excelencia de Shangó, rey del trueno, aunque ambos son impetuosos y fuertes. Su amor fue también campo de batalla y dio por resultado luchas y enfrentamientos.

Y es que ambas deidades tienen como características, el amor por la lucha, el poder y la impulsividad, guerreros por naturaleza.

Ambos como pareja, unieron sus poderes creando un invencible vínculo mediante el cual abatían a sus enemigos.

Oyá Dumí, clarividencia y magia

Oyá Dumí, es uno de los caminos de la diosa guerrera que se relaciona con la figura de Shangó, Rey del baile, el tambor y la música.

Es por ello que Oyá Dumí es también un camino sumamente poderoso de Oyá. Se dice que, a ella, el dios del trueno Shangó le dio su Até (tablero de Ifá), y le pasó la sabiduría, la clarividencia y gran magia para toda la eternidad.

Por eso es una hechicera sabia, adivina, y una guerrera temeraria que defiende a sus hijos y apoya las peticiones.

Dumí con Elegguá y Babalú Ayé

Oyá Dumí nace en el oddu Obbara Melli y no solo se relaciona con Shangó, sino también con el que abre los caminos, Elegguá y el Orisha de las Enfermedades Babalú Ayé, con los que transita fortaleciendo su magia y descubriendo todos los secretos de la existencia.

Ella conoce los misterios de Ifá, se dice que sus hijas en la tierra tendrán una muy buena predisposición para la Regla de Osha (santería) y serán sabias y fuertes devotas.

En este camino el ebbó (limpieza) se hace usualmente en el cuarto de consulta en orden de incrementar la capacidad en el arte de la adivinación.