En Oyekun Obara es tabú vivir siendo prisionero de otra persona

Oyekun Obara es el Ifá donde nació la costumbre del amo de atar al caballo y al buey, este es un odun donde la libertad es el bien más preciado que existe y cuando el religioso lo pierde vive en osogbo.

3 Consejos de este odun ¡Su libertad es todo!

En Oyekun Obara es tabú vivir siendo prisionero de otra persona, especialmente de aquellas que se creen con derechos sobre usted, no se viven amores tóxicos ni relaciones de celos patológicos, porque la persona así nunca llega a alcanzar la felicidad.

Usted se siente incomprendido y en ocasiones desea ir corriendo a los brazos de quien verdaderamente lo sepa entender.

1. El religioso no puede vivir en una jaula de oro

Recuerde, usted no puede vivir sin libertad:

No permita que nadie venga a su vida para quitarle su libertad.
No dependa jamás de nadie sentimental ni financieramente.
Busque un trabajo y obtenga sus ingresos mediante sus propios esfuerzos, para que en el futuro nadie cuestione en que usted gasta su dinero.

No pierda la luz propia que usted posee, no se deje marchitar en discusiones que no conducen a nada, cuando usted no se sienta feliz junto a una persona, simplemente apártese de su lado y tome otro camino, para que ambos puedan gozar de felicidad.

2. Las deudas por pagar deben ser solventadas lo antes posible

Dice Ifá que:

A usted le hicieron un amarre para retenerlo, asista al pie de Orula para que este conflicto quede solucionado.

Pague siempre lo que deba y sus promesas, especialmente las que se adquirieron con la diosa Yemayá, respete incondicionalmente a la Orisha dueña del mundo, pues según usted la ame, ella lo bendecirá.

Si usted posee hijos fuera del matrimonio, ocúpese de estos para que en el futuro no le reclamen por su falta de atención, recuerde que el amor de la familia es un bien necesario.

3. En su ilé no tenga sombrillas ni bastones colgados

No cuente a nadie sus secretos para que sus planes puedan retoñar y dar frutos.

Usted es una persona muy envidiada, muchos de los que lo rodean lo tratan por interés y con hipocresía.

En su ilé (casa) no pueden tener sombrillas ni bastones colgados, ponga estos en el suelo para que la firmeza sobre el plano de la tierra no les falte.

La persona por la que usted ha mostrado preocupación e interés regresará a su vida pagándole con agradecimiento.