Todos sin excepciones tenemos un Ángel de la Guarda que desde que nacemos y aún desde el vientre de nuestra madre, ya viene cuidándonos y amparándonos.
Al Ángel de la Guarda muchos lo conocemos y otros no, pero no importa porque este siempre estará sosteniendo nuestra mano y guiándonos por el camino apropiado.
Recuerda que este ritual es de gran espiritualidad y muy efectivo y además si le pones fe y le hablas a ese Ángel que te cuida con gran amor te escuchará.
- Leer más sobre… ¿Cómo se determina el Ángel de la Guarda de una persona?
Una obra espiritual dedicada al Ángel que nos ampara
Esta obra no necesita de tantos ingredientes y lo místico y la sensibilidad de cada uno le dará mucho más valor espiritual del que posee, porque le vamos a encargar a nuestro Ángel que cuide nuestras dudas, problemas y dificultades, le vamos a pedir que nos aclare nuestro camino y nuestro entendimiento.
Si tienes bóveda espiritual y si deseas puedes hacerla en ella, sino lo puedes hacer aparte, en un lugar donde te encuentres tranquilo y sin que te molesten.
- Si necesitas resolver alguna situación te recomiendo hacerla 3 días antes de lo que necesites solucionar.
Ingredientes:
- 1 vela blanca
- 1 copa
- Mantel o tela blanca cuadrada
- Florero
- 5 Azucenas
- Cascarilla
- Colonia fresca
¿Cómo preparamos la obra en nombre de nuestro Ángel Guardián?
- Para iniciar esta obra debes tener en cuenta al hacerla y al escoger el lugar que esta quedará durante 3 días consecutivos en el mismo sitio.
- Primero enciendes la vela y pides la bendición al Ángel de tu Guarda, rezas un Padre Nuestro y un Ave María.
- Pon una copa con agua encima del mantel o tela blanca
- En el florero pones 3 azucenas y las 2 flores restantes las deshojas y las esparces alrededor de la copa de agua.
- Luego le espolvoreas cascarilla a las azucenas alrededor de la copa.
- Rezas la Oración al Ángel de la Guarda (estará al final del texto) por tres días y con la vela siempre encendida mientras lo haces.
Baño espiritual:
Al tercer día viertes esa agua en un recipiente, le añades unas gotas de colonia fresca y restriega dentro de esa agua las 3 azucenas puestas en el jarrón.
Y ahora te darás un baño de cabeza hacia abajo con la bendición de tu Ángel de la Guarda. Recuerda hacerlo con mucha fe y amor.
Oración al Ángel de mi Guarda:
¡Oh! ¡Ángel benignísimo de mi guarda, tutor mío!
Maestro, guía y defensor, y sapientísimo consejero y fidelísimo amigo mío a quien estoy encomendado por la bondad del Señor desde el momento en que nací hasta la postrera hora de mi vida.
¡Cuánta reverencia, te debo, sabiendo que estás presente dónde estoy!
¡Y con cuánta devoción te debo servir, con el amor con que miras por mí!
¡Y que gran confianza debo tener teniéndote a mi lado, para mi defensa!
Así pues, enseñadme Ángel Santo, ampárame y guíame por el camino derecho y seguro a esta Santa ciudad y no permitas que yo haga en tu presencia cosas que te ofenda y que no me atreviera a hacer sin vergüenza delante de otra persona como yo, presenta mis deseos y miseria ante el Señor, alcánzame el remedio de ellas, de su infinita bondad.
Amén, Padre Nuestro, Ave María y Gloria a Dios