Obañeñe conocida también bajo el nombre de Dada Baldone es una deidad menor dentro de la Osha.
Esta Orisha es la encargada de proteger a los recién nacidos, especialmente los que nacen con el cabello rizado.
La Orisha que ampara a los recién nacidos
La presencia de esta santa se encuentra junto a las cunas de los neonatos en las maternidades, desde ahí influye en su salud y en el rápido diagnóstico médico para tratar de subsanar cualquier problema que pueda surgir inesperadamente.
Debido a esto se dice que vela sobre los neonatólogos a los que bendice con sabiduría e inteligencia.
Obañeñe salva a Kawó Silé el dueño de los tambores Batá.
Obañeñe es la hermana mayor de Kawó Silé Orisha dueño de los tambores Bata y de la candela.
Relata el pataki que cuando su hermano nació, Obatalá quien era el monarca del reino decretó que todos los niños debían morir.
Esta asustada lo tomó en brazos y se lo entregó a Elegguá quien lo cuidó y resguardó en el interior de una Ceiba de ahí el estrecho vínculo que existe entre esta deidad y el árbol sagrado de los Yorubas.
Dada Baldone se relaciona además con Oyá Yansa quien fuera su cuñada, se dice que cuando se encuentra en la manigua tres piedras iguales estas representan a:
- Obañeñe,
- Oyá Yansa y
- Shangó.
¿Cómo se representa Dada Baldone?
Al ser Obañeñe una deidad menor no se asienta en la sagrada ceremonia de la Osha, esta se le suele representar usando una calabaza a la que se le coloca una corona de caracoles.
Esta santa suele manifestarse como una mujer bajita que viste un juego de saya larga y blusa blanca, la cual lleva la cabeza cubierta con un pañuelo blanco, en ocasiones porta delantal y chal a juego.
Adimus para la Orisha Obañeñe.
Obañeñe es considerada como la Orisha de los vegetales debido a que es amante de los mismos convirtiéndose estos en su adimu principal.
Cuando una mujer embarazada desea que su hijo nazca sano y sin complicaciones le realiza ofrendas a esta deidad elaboradas a base de legumbres y vegetales.
A la santa protectora de los recién nacidos también pueden ofrendárseles frutas frescas como:
- la guayaba,
- el melón,
- la ciruela,
- el tamarindo,
- el mango y
- la piña por citar algunas de estas.
Se le colocan por nueve días y posteriormente se es entregado este adimu (ofrenda) en la ceiba, lugar donde culmina el ritual.