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¿Conoces por qué las Palomas tienen las patas rojas? Historia de Obatalá

Obatalá y las palomas

Relata el pataki que en cierta ocasión Obatalá celebró una reunión en su hogar a la que ningún invitado quiso asistir, pues se especulaba que en la puerta de la casa del Orisha blanco había sangre,

Algunos decían que Obatalá estaba sacrificando animales, otros especulaban que se había vuelto loco, mientras que los más cizañeros lo acusaban de asesino.

Pataki donde las palomas defienden al padre Obatalá de sus enemigos

Pataki de Obatalá y las palomas

A raíz de esto comenzaron a surgir rumores sobre la deidad protectora de la inteligencia.

Entonces en medio de tanto revuelo la paloma intervino diciendo que ella sí asistiría a casa de Obatalá, porque él era su amigo y confiaba en su inocencia.

Cuando la paloma iba a levantar el vuelo los hombres trataron de agarrarla, pero ya era demasiado tarde pues esta se encontraba firme en su decisión, iría a casa de Obatalá y de este modo limpiaría su buen nombre.

Al llegar a la casa de Obatalá esta se manchó las patas de sangre, pero no flaqueó en su decreto, ni tampoco dudó de su amigo.

La paloma no se amilanó y le contó a su camarada que se estaba hablando mal de él en el pueblo por la cuestión de la sangre en su puerta.

Olofi brinda a las palomas la virtud de poseer las patas rojas

A lo que el Orisha le contestó que esa sangre se encontraba allí producto a ebbó que Orumila el gran adivino de Ifá le había indicado hacer para desenmascarar a sus enemigos, obra que al parecer había dado grandes resultados.

Olofin quien se había enterado de la valiente actitud de la paloma la convocó a su reino, comunicándole que esta había demostrado ser una gran amiga de Obatalá defendiéndolo ante todo el pueblo y que por ende él la premiaría con la virtud de poseer las patas rojas para que de este modo se pudiera diferenciar de las otras aves.

Enseñanza de este pataki de OGBE BARA para los religiosos:

Este pataki advierte al religioso sobre el asecho de falsos amigos y personas que comentan a sus espaldas calumniándolo y haciéndolo quedar mal.

Se recomienda conservar las verdaderas amistades y desechar a aquellos que tratan al individuo solo por interés.

Por este Ifá se describe que la persona es vigilada por los enemigos quienes pretenden manchar su buen nombre, por lo que el individuo no debe confiar en nadie ni compartir secretos.

Es una letra que advierte al religioso que no debe aclarar chismes pues esto le traerá nuevos enemigos y atraso en su vida.

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