Bajo el reinado de Olodumare cada Orisha poseía una manera distinta de hablarle a sus descendientes por lo que en el mundo yoruba existían muchas lenguas.
De igual forma no existía comunicación entre las deidades pues cada cual se pronunciaba bajo sus leyes y su propio dialecto, por lo que no se relacionaban los Orishas sin los seres humanos entre sí.
Cada uno quedaba a su suerte y ninguna deidad protegía a los descendientes de la otra.
Pataki donde Obi «El Coco» quería unir a los Orishas
En cierta ocasión un hijo de Obatalá se percató de lo que sucedía en el mundo y le habló a su padre para tratar de sembrar la armonía sobre la tierra ya que este quería además de la unificación entre hermanos y revindicar sus acciones negativas con Olodumare.
Su nombre era Obi, entonces aconteció que partió Obi en compañía de Obatalá y Oshagriñan hacia la casa de Orula para que el gran adivino de Ifá les ayudase a solucionar esta situación.
El adivino Orula consulta la solución a los conflictos «Un mismo idioma para todos»
Orula les dijo que la única manera de solucionar el problema que los aquejaba era:
La búsqueda de una nueva palabra que uniera los intereses de los Orishas y los hombres para que a través de un mismo idioma todos pudiesen entenderse y no existieran más conflictos.
Entonces Obi dijo que él estaba dispuesto a ofrecer su casa para que se efectuara la reunión que agrupara a todos los hermanos.
Los orishas fueron convocados a la casa de Obi donde Oshagriñan les dijo que:
Para prosperar en la vida tenían que actuar como una gran familia donde cada uno protegiera a sus hermanos y a los hijos de estos como si fuesen sus propios descendientes.
La sagrada palabra de Obi «El mediador entre los Santos»
Obatalá estableció desde ese día que todos los hombres y Orishas se comunicarían entre sí y con Olodumare mediante la palabra de Obi, pero que en pago por sus defectos y orgullo este debía permanecer siempre en el suelo.
Entre todas las deidades Asojano fue el único en negarse a hablar utilizando a Obi como intermediario por lo que se retiró de la reunión.
A partir de ese día Obi fue elegido como el mediador entre los santos y los seres humanos, siendo su palabra respetada y escuchada por todos.
Su presencia se hizo vital en todos los templos religiosos por lo que no existe una sola casa santoral donde no se venere su sabiduría y presencia.