Ika Iwori donde Oggún quiso beber Otí ¡La maldición de tomar en exceso!

Oggún, el Orisha dueño del hierro vivía luchando por la soberanía de muchas tierras.

En cierta ocasión partió hacia Ika Iwori para liberar al pueblo de la tiranía en que vivían sumidos a manos de su rey.

El Orisha guerrero fue acompañado de Oshariñan quien peleó mano a mano con Oggún hasta que derrocaron del trono a Obatalá, quedando Oshariñan como soberano en esa tierra.

Pataki: El guerrero Oggún en búsqueda del aguardiente «Otí»

Luego de encausar el desarrollo del reino Oggún decidió partir en búsqueda de nuevas empresas y dirigió su rumbo hacia una loma donde sus habitantes adoraban a Inle y le rendían culto y devoción.

Un día en la mañana el Orisha Guerrero tuvo deseos de beber aguardiente

Bebida que en yoruba se identifica con el vocablo Otí.

Oggún al ver que ningún individuo satisfacía su petición se enfureció.

Los pobladores de la loma responsabilizaron a un hombre que vivía en el llano de la ausencia del aguardiente, entonces colérico tomó su machete para ajustar cuentas con él y fue a su encuentro.

El hombre era osainista y se había enterado por mediación de premoniciones que un gran peligro le venía encima, por lo que se preparó con el fin de amortiguar el peligro.

El Orisha del Hierro pide consejo a Ifá y hace ebbó

Oggún quien estaba muy próximo a su hogar se le veía furioso. Entonces el hechicero se convirtió en una codorniz.

Oggún, quien quería capturarlo fue a pedir ayuda a Orula y este lo consultó indicándole la realización de un ebbó para poder cumplir su propósito.

El Orisha guerrero se realizó la ceremonia indicada por Ifá y partió hacia una palma donde debía depositarlo.

El dueño del hierro se percató al dejar el paquete que sobre la palma se encontraba la codorniz quien no podía volar por estar herida.

Entonces tomó su machete y desmochó el árbol, logrando capturar a su contrincante.

La furia y la violencia de Oggún fue castigada por el padre Obatalá

Oggún torturó a la codorniz y esta no reveló donde guardaba el aguardiente.

Entonces cuando estaba moribunda fue a parar al río donde Oshún la acogió brindándole abrigo.

El Orisha estaba tan enfurecido que de regreso fue matando a todos los habitantes del pueblo, luego partió de ahí por miedo a ser descubierto.

En el monte vio la palma en la que había atrapado a la codorniz de la cual brotaba aguardiente, entonces la bebió desenfrenadamente.

Obatalá quien conocía lo sucedido castigó a Oggún maldiciendo el aguardiente, desde ese día cada vez que algún ser humano bebe en exceso padece dolor de cabeza y malestares.