Aquella guerrera que vaga por el cementerio, la que custodia el paso fino entre la vida y la muerte para que los espíritus puedan encontrar su paso al otro mundo.
La madre del mundo espiritual, de las tempestades y de la clarividencia, esa es Centella Ndoki, comparada también con la Santa Muerte y venerada en Palo Mayombe como tal.
Centella, como se le conoce popularmente, es la diosa de la Regla de Palo Monte que es custodio de la puerta entre la vida y la muerte.
Es el espíritu que vaga entre los límites de dos mundos, el de los vivos y los muertos.
Centella Ndoki dentro de la Regla del Palo es un mpungo, o sea, una deidad venerada como espíritu o energía, mismo que es equivalente a los Orishas del Panteón Yoruba en la santería.
Centella se le conoce por los nombres de:
- Mariwara
- Pungu Mama Wanga
- Centella Ndoki o Centella Endoqui
- Yaya Ndoki
- Mama Linda
- Campo Santo
Características de la Reina de los Muertos en el Palo Mayombe
Centella es el espíritu que protege los cementerios, es la reina de los muertos y una de las diosas más fuertes y temidas dentro de la religión Palo Mayombe.
Se dice que, como una centella, su justicia es rápida y letal. No es una diosa paciente y no acepta errores.
Ella controla a los muertos y a su vez a las tempestades. Pero como madre, y aunque temeraria y poderosa, protege a los fieles de las energías oscuras.
A aquellos que la veneran les entrega seguridad y bienestar y protege su hogar ante todo mal.
Se cree que para que Centella pueda aceptar a un devoto, se le debe mantener bien enterrada dentro de la casa, de manera que pueda controlar a los muertos.
Centella y su sincretismo ¿Quién es Centella Ndoki en la Santería?
La deidad Centella, con sus cualidades, se sincretiza en la Regla de la Ocha (santería) con la Orisha yoruba Oyá Yansa, la que custodia el cementerio y las almas que deambulan y también cabalga sobre los cuatro vientos.
Sus deidades, tanto la mayombe como la yoruba comparten muchas características y poderes, están relacionadas directamente con los espíritus y los muertos, con el camposanto, y con fenómenos naturales como la centella.
Ambas figuras se relacionan y sincretizan con Santa Teresa del Niño Jesús en la religión católica, como parte de la transculturación que sufrieron estas deidades cuando los esclavos fueron traídos a América.