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El Diloggun ≫ Sistema de adivinación de la Santería en Cuba

Diloggun santería

Dentro de la Religión Yoruba se registra un complejo sistema de adivinación denominado Diloggun, el cual basa sus predicciones en la posición que ocupan los caracoles una vez que son lanzados a la estera por el Oba o de las propias manos del santero durante el Itá o la bajada de algún Orisha.

Es un sistema de predicción milenario, se estima que nuestros antepasados religiosos lo empleaban en su continente natal incluso antes de ser traídos al nuevo mundo.

El caracol es la pieza a través de la que se manifiesta el Diloggún motivo por el que debe ser tratado con respeto puesto que el mismo se considera la boca de los Orishas.

Recoge el Pataki que los primeros yorubas emplearon los caracoles como moneda de pago para efectuar sus comercios y posteriormente estos pasaron a ser parte de sus rituales sagrados, no sin antes haber adquirido las consagraciones requeridas para acometer este fin. 

Requisitos indispensables para profetizar mediante el Diloggún

El Diloggún se compone de dieciséis caracoles, los que deben permanecer impecablemente limpios a la hora de realizar la bajada, estos poseen la peculiaridad de tener una de sus porciones abiertas o perforadas, misma porción que es la encargada de hablar con el religioso.

La cuenta respecto a la posición que ocupan estos caracoles una vez que son lanzados a la estera es la que posibilita el vaticinio de los oddunes mediante los que proporcionan consejos los Orishas al iyawó o santero.

Elegguá el dueño de los caminos es la única deidad que posee veintiún caracoles, el resto de los Orishas ostenta dieciocho de estos ejemplares, de los que solo hablan dieciséis, el resto de estos son nombrados Adeles o testigos y se vuelven de gran utilidad cuando se extravía uno de los dieciséis caracoles principales momento en el que el testigo ocupa su lugar en la estera.

Los caracoles poseen el designio de ser imparciales ante la decisión de los Orishas por lo que se hace menester necesario que reproduzcan de forma exacta e inviolable los mensajes que las deidades africanas envían a sus hijos haciendo valer la máxima de no favorecer a ningún religioso sobre otro semejante.

Cada tirada de los caracoles representa uno de los diecisiete oddunes o signos de la Regla de la Santería partiendo del primer signo que nació en la Osha, llamado cero, el cual es desconocido en muchas casas religiosas, hasta la manifestación de los dieciséis oddunes posteriores, los que obedecen a avatares protagonizados por los Orishas a lo largo de su existencia reflejada en los patakis que atesora el Panteón Yoruba.

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