La Edad Media trajo al hombre el avistamiento de muchos adelantos científico técnicos, pero también le legó a la humanidad numerosas tradiciones entre la que destaca el ritual de velar a los difuntos.
Se cree que los funerales comenzaron a establecerse de manera oficial desde ese entonces en el viejo mundo.
Siendo este ritual conocido por:
Colocar al fallecido sobre una superficie horizontal desde donde pudiese apreciarse bien su cuerpo, para ejercer sobre su persona las honras fúnebres y ofrecer al mismo tiempo el recuerdo del último adiós por parte de sus familiares.
Debido a lo rústico de las prácticas médicas de ese entonces las personas extendían los funerales durante aproximadamente tres días, pues para ese entonces los estados extremos de coma y la catalepsia habían arrebatado la posibilidad de vivir a muchas personas.
En casos de tratarse de personas jóvenes y niños, el ritual se alargaba hasta que el cadáver comenzaba a presentar los primeros signos de putrefacción, pues la familia acordaba esperar el surgimiento de algún signo de vitalidad en ellos que fuese lo suficientemente fuerte como para traerlos del más allá.
Ritos funerarios extendidos alrededor del mundo
Muchas regiones pertenecientes a China, país conocido como el gigante asiático, extendió la tradición del viejo continente de velar a los difuntos hasta que el cuerpo se encontrase en condiciones de soportarlo.
Con esta práctica aseguran que los espíritus de sus ancestros pudiesen venir a la tierra a reclamar el alma de su familiar, en el caso de que este desconociese el camino que debía tomar a la eternidad o se encontrase perdida.
En Chile, país sudamericano se acostumbra a vestir a los difuntos con sus ropas habituales, fundamentalmente si se trata de niños pequeños, a los que incorporaban en un asiento o lo exhibían ante la familia y amigos para despedirlo con gozo y cantos.
Ceremonia que le permitía ser recibido en el cielo de una forma más feliz para su alma.
Los funerales en Cuba
En Cuba el funeral es un acto solemne para las familias, donde estas se reúnen para llorar por la reciente pérdida carnal.
Mientras que otros convierten el evento en un recordatorio de buenas vivencias y conductas desarrolladas por el difunto, celebrando de este modo sus virtudes y en ocasiones resaltando sus defectos.
Para desarrollar tan ancestral práctica se dan cita en las funerarias, locales dispuestos para ese fin y en menor grado en las viviendas los amigos y familiares de los difuntos para homenajear su legado, dando con esto una muestra de cariño y respeto a la persona que en vida le fuese estimada.
En dependencia de la religión profesada por el difunto serán los rituales que se realicen durante el velorio.
Por otra parte, es una regla inviolable en los funerales cubanos la presencia de flores y velas.
- Las flores se le ofrecen al alma del fallecido para que se regocije en ellas, a modo de un detalle como muestra de cariño,
- las velas se prenden para que su alma obtenga la luz necesaria para transitar hacia la eternidad y pueda elevarse al reino de los cielos.