Para obtener beneficios de dinero al pie de Oyá, la Orisha que en la naturaleza está simbolizada por la centella y junto a Elegguá, Orunmila y Obbatalá domina los 4 vientos, haremos esta poderosa obra.
Esta gran Orisha es la que con sus vientos nos trae lo bueno y se lleva lo malo, guerrera de poderes oscuros que habita entre los muertos, ella los rige y los guía. Baila sobre las tumbas, y con su arma de poder, el iruke, limpia a su paso todos los osogbos de la vida de los hombres.
Oyá vive en la puerta de los cementerios representando el mundo de los muertos, y en esta obra se trabaja con el fruto el caimito, del cual ella es dueña.
Poderosa obra con Oyá para el dinero y la prosperidad:
El caimito es un fruto muy poderoso, su nombre científico es Chrysophyllum cainito L., y aunque en Cuba lo llamemos de esta forma también es conocido como manzana estrella, manzana estrella morada o fruta de leche, debido al líquido lechoso blanco en la piel.
Ingredientes:
- 1 fruto de caimito
- Manteca de corojo
- Azúcar morena
- Coñac
- Bálsamo tranquilo
- 9 velas
¿Cómo preparar el ritual con la Orisha Oyá?
- Tomas el caimito y untas manteca de corojo con ambas manos por fuera.
- Abres el fruto y dentro viertes manteca de corojo, azúcar morena, coñac y bálsamo tranquilo.
- Lo pones al pie de Oyá durante 9 días y cada día encenderás una vela, siempre pidiendo su bendición y rogándole por tu pedido de desenvolvimiento, que te abra las puertas para que la prosperidad entre a tus manos.
- Cada día al encender la vela déjala hasta que se apague y así con las otras restantes durante 9 días.
- En caso de que no tengas recibida Oyá, también puedes hacer esta obra, ella es una guerrera poderosa y sabia, que siempre escucha a los que la invocan con fe y amor.
A los 9 días esta obra se deposita bajo un framboyán o árbol bien frondoso, y al pie del árbol pídale que sus poderosos vientos se lleven todo lo malo y le traigan vientos buenos llenos de salud y abundancia.
Espero de corazón que este ritual le brinde todo lo que usted desee y que lo alcance con la bendición de nuestra gran guerrera Oyá Yansa.