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¿Cómo nos sanan los Orishas? Poderes que favorecen nuestro cuerpo

Orishas cuerpo humano

Según las fuerzas que representan los Orishas del Panteón Yoruba, estos tienen ciertas prioridades, influencias o potestades con los cuales obran para curar y proteger al hombre en la tierra.

De acuerdo al Orisha que recurramos, nos proteja o defienda nos preservará de enfermedades que pueden aparecer en distintas partes del cuerpo.

La vinculación curativa que los Orishas implantan con los seres humanos son principalmente corporales, ya que es a través de nuestros cuerpos que existimos y somos.

Aunque también espiritualmente nos sanan.

Relación de los Orishas con el cuerpo humano

Los Orishas en la religión yoruba son fuerzas de mucha vitalidad y al ellos entrar en contacto y trasladar esa fuerza vital a nuestros cuerpos mediante diferentes intermediarios sanamos.

Estos intermediarios pueden ser, el uso de plantas, hierbas, sacrificios de animales, y demás prácticas de rituales que también se apoyan de elementos que pertenecen a los Orishas, para restablecer nuestra salud al interactuar con nuestros cuerpos.

Obbatalá, el padre de todos:

Es el dueño de nuestras cabezas y pensamientos, de todo lo blanco y puro, de nuestros sueños y de la tranquilidad.

Por lo tanto, siempre nos protege de la salud, de la demencia, protege también de las deformaciones del cuerpo.

Shangó, el rey del fuego:

El Orisha Shangó relacionado con los truenos, rayos, fuego, y símbolo de la virilidad masculina nos protege de las quemaduras y los suicidios que tienen que ver con el elemento fuego.

También protege los órganos reproductivos masculinos y la médula ósea.

Elegguá el dueño de nuestros caminos:

Este Orisha media entre las fuerzas positivas y negativas de nuestro cuerpo, es quién acentúa el gran poder que tienen las hierbas y plantas curativas para sanarnos.

Oggún, el señor del metal:

El gran Orisha dueño del hierro es quién se ocupa de esclarecer los caminos que se interponen o detienen la vitalidad en varias partes de nuestro cuerpo.

En sí nos libera de esas energías negativas que se pueden presentar.

Además, es quién protege:

  • Los tendones y nervios de los músculos,
  • riñones y
  • el corazón.

Oyá, reina de la oscuridad:

A la Orisha dueña de los cementerios, de los remolinos, de las tempestades, de los vientos cambiantes, de las grandes tormentas se le atribuye la evolución, el desarrollo y el renacer.

Nacemos, desarrollamos y morimos, para que germinen nuevas semillas se necesita que la muerte haga presencia algunas veces.

Oyá se encarga de las enfermedades asociadas al aire que respiramos, por eso es quién nos ampara y libra de enfermedades relacionadas con la respiración.

Yemayá, madre del mundo:

En el caso de nuestra Madre Universal, el agua es su esencia por ser la dueña de las aguas, de mares y océanos.

El agua es vital en nuestras vidas y restablece la salud tanto corporal como espiritual.

Iyá Yemayá ampara las aflicciones concernientes al vientre, es dueña de la maternidad y una gran protectora, por lo tanto, nos cuida desde que nuestras madres nos conciben en el útero y también ayuda a las madres cuando están amamantando.

Oshún, señora de la miel y el amor:

Esta bella Orisha posee el poder de sanar con sus aguas transparentes y frescas.

Es la dueña y señora de todo lo referente al amor en todos los aspectos, no sólo el amor de pareja, como muchos creen.

Esta gran Orisha dueña de los ríos, de gran sensualidad y belleza nos protege de:

  • Todas las enfermedades que se originan en el bajo vientre, en los órganos sexuales, en la sangre y
  • de todo tipo de sangramiento y desorden en el cuerpo femenino.

Oshún suele asistir siempre a las gestantes, parturientas y los recién nacidos.

Oshún y Yemayá, las Dos Aguas:

Ambas Orishas relacionadas directamente con las aguas están consideradas como instauradoras y multiplicadoras de la vida humana, vinculadas con elementos vitales de la vida; la fecundidad y la maternidad.

El agua está estrechamente ligada a la frescura, a lo que germina, a lo que fecunda, a la vida en general y pertenecen a estas grandes madres Orishas.

Ambas curan nuestro cuerpo a través de las maravillosas y necesarias aguas tanto saladas como dulces, plantas, hierbas, animales, miel, melado, y otros elementos representativos de cada una de ellas.

Los religiosos siempre deben respetar el poder de los Orishas

También debemos ser cuidadosos y tener mucho ojo, porque muchas veces esas fuerzas que transmiten los Orishas y que las convierten en curativas pueden resultar ser prohibiciones que debemos respetar cuando estamos coronados en la Regla de Osha o Santería.

Por ejemplo:

Casi siempre las Olo Oshún y Oni Yemayá tienen prohibido entrar en las aguas de ríos y mares sin la debida autorización de sus madres, porque pueden encontrarse con accidentes e inclusive la muerte.

Los Oni Shangó, por poner otro ejemplo, deben respetar el fuego pues es sagrado para ellos, no pueden jugar con candela ni estar cerca de ella.

Por ello debemos ser respetuosos y siempre que enfrentemos obstáculos consultar sus consejos y guías.

El mundo curativo de nuestros Orishas es muy amplio y necesario para la sanación de diferentes afecciones del cuerpo humano, el conocimiento es poder, aprender cada día nos ayuda a encontrar nuestro destino.

Conozca más sobre la Santería, los Orishas Yorubas y sus poderes:

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