La Ofidiofobia es un hecho que se deja en la banquilla a la hora de hablar sobre la leyenda que nació en el archipiélago cubano y que narra la historia y los poderes de Madre de aguas, la gran serpiente que habita en las lagunas y represas del país de mayor profundidad.
Se cree que no es una sola la Madre de Aguas, sino que se encuentran distribuidas por toda la isla, habitando diversas fuentes de agua, principalmente en zonas rurales donde es más propicia la existencia de estos escenarios.
- La ofidiofobia es el miedo a las serpientes.
Donde vive la madre de aguas ¡no hay sequía!
Se dice que los lugares donde la madre de agua habita nunca se secan a pesar de que alrededor del lugar se aprecie la hierba mustia y maltrecha.
Testigos aseguran que se alimenta de animales que van a saciar su sed a la orilla de su indeterminado hogar.
La mirada de la Madre de Aguas causa males
Las personas que han visto a la madre de aguas deben acudir de inmediato a un curandero para que los santigüe con un mazo de albahaca, pues sostener mirada con el animal es causa segura de fiebre, decaimiento y otros malestares.
Algunos aseguran haber perdido la consciencia tras este tipo de evento y haber despertado horas después desorientados.
¿Mujer o Serpiente?
Se cree que a pesar del paso de los años la serpiente continúa desarrollándose física y espiritualmente, pues sus poderes aumentan a la par que lo hacen sus dimensiones.
En ocasiones se han recogido relatos de campesinos que afirman que el reptil superdotado, se transforma y aparece en las fuentes de agua potable bajo la apariencia de una mujer pálida de ojos verdes y cabello casi blanco.
¿Cómo se describe a la madre de Aguas?
La madre de aguas se observa recubierta de grandes y duras escamas que la hacen impenetrable.
Sobre su cabeza brotan dos cuernos y sus ojos miran hipnóticamente.
Es Sagua la grande el lugar donde mayor número de avistamientos de este animal se han relatado, específicamente en la zona aledaña a la Laguna de Hoyuelos.
Mito y precaución
Lo cierto del mito relacionado con la madre de aguas es que sirvió como ultimátum para que los niños traviesos no sufrieran accidentes en las lagunas, manteniéndose alejados por temor a estos reservorios de agua y salvaguardando de este modo su vida.