Las flores han tenido siempre un significado extremadamente espiritual, siempre reconocidas por su simbolismo y su carga de emociones. Con ellas expresamos amor, placer, gratitud, pureza y miles de sentimiento más.
Las regalamos a aquellos que ocupan un lugar especial en nuestra vida y con ellas adornamos el lugar de reposo de otros muy queridos que ya se marcharon.
Y las flores representan también, similitudes con las cualidades de los Orishas de la religión yoruba. Han estado siempre presentes en ofrendas y agradecimientos para aquellas deidades que nos protegen y guían durante nuestro camino espiritual.
Con el proceso de sincretismo y transculturación, muchas de las flores que se le entregan a los Orishas se han adecuado a las costumbres cubanas.
A continuación, presentamos la flor principal con la que se agasaja a cada Orisha y Santos más venerados en Cuba:
1. Orisha: Obbatalá, padre de todos
- Santo: La Virgen de Las Mercedes
- Flor: Gladiolo Blanco
Obatalá sincretizado con la Virgen de las Mercedes, es el padre de todos los hijos en la tierra, es el creador de los seres humanos y todo lo que habita en el planeta. Rige principalmente la cabeza, los pensamientos y la vida humana.
Es también el dueño de la blancura, de todo lo puro del universo. Se rige por el color blanco y los metales blancos, sobre todo la plata. Gusta de todo lo limpio, blanco y pulcro.
A él le entregamos el Gladiolo blanco que simboliza la fuerza de carácter, la fidelidad y el honor, además de la pureza del propio color blanco. La flor del gladiolo significa también, recuerdo.
2. Orisha: Babalú-Ayé, sanador de enfermedades
- Santo: San Lázaro
- Flor: Gladiolo Morado
Babalú Ayé sincretizado con San Lázaro, es uno de los orishas más populares en Cuba y muy respetado en la santería, pues es el padre que cura y protege, encargado de sanar todo tipo de enfermedades venéreas y contagiosas como la lepra, la viruela y en general cualquier tipo de pestes.
A él le entregamos el Gladiolo Morado, símbolo de victoria ante la enfermedad, de honor y de bravura. La flor indica que todo llega a su tiempo luego de haber luchado por ello, por lo que es muy acertada su dedicación al Orisha sanador.
3. Eggun, espíritus y ancestros
- Flor: Marpacífico
El culto de Eggun en la religión yoruba es la veneración a los espíritus, difuntos y ancestros, es de fundamental importancia pues como el sistema religioso de Ifá dice: «el muerto parió al santo».
Los Eggun son los espíritus de los ancestros o antepasados difuntos, devotos o practicantes de la religión yoruba. También se le conoce con esa palabra al culto a los espíritus y antepasados y atenderlos es uno de los preceptos más importantes de la Regla de Osha (santería).
A ellos le entregamos flores de marpacífico, llamado comúnmente rosa de China, cayena, amapola, hibisco, que se utiliza para lavar los instrumentos de Eggun y se incluye dentro de las hierbas que se usan para baldeos o despojos.
El marpacífico simboliza el descanso eterno y la belleza de haber llevado una vida pragmática.
4. Orisha: Shangó, rey de los truenos
- Santo: Santa Bárbara
- Flor: Príncipe Negro
Shangó, dios del fuego, sincretizado con Santa Bárbara, representa la pasión, la fortaleza y la impulsividad.
Es el Orisha de la justicia, de los rayos, del trueno y del fuego en el panteón Yoruba. En el culto mezclado con Santa Bárbara, se les caracteriza como históricos y divinos. Es Shangó dueño de los tambores, del baile y la música, descrito como una deidad de carácter explosivo y como una persona con gran físico, extremadamente fuerte y justiciero.
Nada mejor para estas deidades que la flor que simboliza la pasión en su máxima expresión. Se dice que no podemos regalar una rosa a cualquiera, sino sólo a aquellos que tienen un significado especial en nuestra vida.
Un príncipe negro es una rosa que simboliza amor y respeto y la más pura pasión, ideal para una ofrenda para el Orisha y la Santa de los truenos.
5. Orisha: Yemayá, diosa del mar
- Santo: Virgen de Regla
- Flor: Rosas rojas y blancas
Yemayá es madre azul, madre de peces, madre de todos los hombres. Es la deidad yoruba de las aguas saladas y la orisha de la maternidad y se le reconoce como reina del mar y de las crestas de las olas que impetuosas arremeten contra las costas y rocas. Hacia esos elementos se debe dirigir las ofrendas y agradecimientos, hacia sus aguas de vida y amor.
Es la madre de todos los hijos en la tierra y representa la fuente de la vida, la fertilidad y la maternidad.
Sincretiza en la religión católica con la Virgen de Regla, protectora de la localidad de ese nombre en Cuba y patrona del mar, protectora de navegantes, vigía de aguas intranquilas y cuidadora de aquellos que deciden cruzar océanos.
A ella se dirigen ofrendas de rosas blancas, símbolo de la pureza y de la inocencia. También demuestran un amor puro, feliz y para toda la vida, que se traduce en la devoción a la Virgen.
El color blanco en las rosas también puede usarse cuando una persona cercana está enferma. Por lo que, para pedir salud, sus devotos llevan una canasta de rosas blancas a la orilla del mar y claman por su ayuda.
También se le puede obsequiar rosas rojas en señal de amor y respeto.
6. Orisha: Oshún, dueña de ríos
- Santo: Virgen de la Caridad del Cobre
- Flor: Girasol
Oshún es un Osha de cabecera y la diosa del amor yoruba, del río y la riqueza, y representa la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad, la sensualidad humana. Ella sincretiza con la más venerada de las deidades en Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre o «Cachita», patrona de los cubanos, protectora de esta Isla hermosa.
Para ambas dedican los cubanos el girasol, la flor que representa la luz del sol y simboliza la buena suerte, la salud y la felicidad.
El girasol en la Regla de Ocha es una de las mejores ofrendas destinadas a la Orisha Oshún, cuyo color es el amarillo y la flor la representa. El girasol es energía pura y es un arma de protección femenina y representa la fertilidad, la pasión y la prosperidad como la misma diosa.
A los Orishas y Santos debemos entregar flores y ofrendas siempre con mucha fe, y devoción. No importa que el detalle sea pequeño, lo realmente importante es que lo entregues de corazón.
¿Conoces otras flores que se entreguen a nuestras deidades? ¡Coméntanos!