Un día Obbatalá se encontraba muy enfermo y su casa se le estaba cayendo, entonces fue a consultarse donde el adivino Orunmila y le sale este Ifá, Iroso Osa y le dice:
Debes hacer Ebbó y encontrarás los enseres necesarios para realizarlo en el monte, pero antes debes pagar tributos al monte.
Obbatalá se adentra en el monte, pero ni caso le hace a Orunmila y no paga nada. En el camino se encuentra con Elegguá el dueño del camino, y le comenta lo que le dijo Orunmila y que le ayudara a encontrar los ingredientes que necesitaba.
Siguieron caminando juntos y se encuentran con Oggún el dueño del hierro, y Obatalá le hace el mismo comentario de lo que le había dicho el adivino y le pide ayuda.
Comienza el tiempo a ponerse mal, se nubla el cielo y comienzan a caer truenos y rayos.
Aparece el rey Shangó en el camino y se encuentra con Obbatalá, Elegguá y Oggún. Obbatalá le cuenta lo sucedido a Shangó y también a este le pide ayuda.
Aparece el dueño del Monte: Osain
Reanudan todos juntos el camino y de pronto aparece Osain del monte y dirigiéndose a ellos dice:
¿Quién les dio permiso para entrar en mis tierras?
Ninguno de ellos contestó y siguieron su camino ignorando lo dicho por Osain e iban cortando plantas, árboles, y hierbas a su paso.
Al final del día volvió Obbatalá con todos los ingredientes del monte para hacer Ebbó, pero estaba tan exhausto de caminar que queda profundamente dormido sin hacerse la limpieza marcada por Orula.
¡El que NO hace ebbó, NO se puede salvar!
Al rato lo despierta un ruido muy extraño y cuando abre los ojos no había lugar que él mirara que no se cayese, todo se caía. Todas las esquinas se derrumbaron al igual que el techo.
Muy asustado va a ver a Orunmila precipitadamente y le cuenta lo que ha pasado. Orula lo mira y le dice que todo lo sucedido es por no hacer caso y no hacer Ebbó.
Obbatalá le vuelve a implorar que le haga Ebbó y que perdone su desobediencia.
Entonces el sabio Orula le hace Ebbó a Obbatalá y antes de cerrar le dice:
Tampoco pagaste el derecho a esas tierras de Osain, por eso toda tu casa cayó. Además, debes dar un gallo a cada esquina de tu casa y un pájaro Zunzún a Osain en el monte, además 3 centavos de derecho.
Obbatalá mejoró después de hacer todo el Ebbó siguiendo las instrucciones de Orunmila y en agradecimiento, le ofreció una chiva al adivino, se arrodilló ante él y le rindió Moforibale.
- Leer más sobre… ¿Qué es rendir Moforibale?