La Orisha Oyá y Santa Teresa de Jesús: Sincretismo religioso afrocubano

Oyá es una Orisha Mayor del Panteón Yoruba y es la Señora de la centella, del remolino, del arcoíris y de los muertos.

Sus vientos ayudan a sostener la vida y es la primera de las muerteras junto a sus hermanas Obba y Yewá.

¿Quién es la Diosa Oyá en la Santería?

El culto yoruba refiere que Oyá ejerce un fuerte poder sobre los Eggunes (espíritus) por ser madre de nueve de ellos. Así, gusta de estar en la puerta de los cementerios.

Es una guerrera y su furia desata las más fuertes tempestades. Ella propicia los temporales, los vientos fuertes o huracanados y las centellas y simboliza la violencia de la naturaleza y la impetuosidad.

Pero también los vientos de Oyá portan el polen de diferentes plantas de uno a otro lugar y nos proporciona el oxígeno para el aire que respiramos.

Yansa, como también es conocida, nos da la correcta cantidad de oxígeno para mantenernos vivos.

Oyá es considerada una diosa de fuerte temperamento, a la cual se le debe mostrar inmenso respeto, pues las leyendas indican que lucha a la par de los hombres y ganó el respeto de guerreros tan poderosos como el rey del trueno Shangó y el dueño del hierro Oggún.

Sincretismo de la Orisha Oyá con un Santo católico

En respuesta al proceso de transculturación devenido de la etapa colonialista y de la trata de esclavos africanos, la Orisha Oyá se sincretizó en la religión católica con Santa Teresa de Jesús, para que, en su figura, los yorubas pudieran seguir adorando a la Reina de la Centella.

El día para celebrar a la orisha y a la santa es el 15 de octubre.

Milagrosa escritora y santa, Teresa de Ávila

Es Santa Teresa de Jesús, también conocida como Santa Teresa de Ávila, un de las santas católicas que más destacó por su carácter decidido y su pensamiento sumamente avanzado, para una época en que las féminas debían atenerse a los preceptos familiares.

Teresa de Jesús se entregó a su religión y gozó de la escritura, elemento que se puede percibir en sus obras de carácter autobiográfico:

La vida (escrito entre 1562 y 1565),
las Relaciones espirituales,
el Libro de las fundaciones (iniciado en 1573 y publicado en 1610) y
sus cerca de quinientas Cartas.

Milagros y visiones: Historia de Santa Teresa de Ávila

Teresa decidió muy joven tomar el hábito carmelita contra la voluntad de su padre, por lo que en 1535 huyó de su casa para dirigirse al convento de la Encarnación.

Vistió el hábito al año siguiente, y en 1537 hizo su profesión.

No obstante, Teresa estuvo aquejada desde los primeros años de su vida por una enfermedad que se prolongaría hasta 1542.

Y fue durante esos años que, según ella misma, aprendió a confiar ilimitadamente en Dios y que empezó a practicar el método de oración llamado «recogimiento».

Desde su milagrosa recuperación, la monja empezó a ser favorecida con visiones «imaginarias» e «intelectuales».

Según sus memorias, fue en 1541 cuando Cristo se le apareció en persona por primera vez y le reprochó sus inseguridades.

Aquel mismo año descubrió en un hueco de una pared de un oratorio del convento, una estatuilla de unos 18 centímetros: era un Ecce Homo, una imagen de Jesucristo con el cuerpo lleno de llagas causadas por los latigazos que le dieron los soldados romanos antes de crucificarlo.

Sobre el descubrimiento escribió:

«Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece que se me partía, y me arrojé sobre Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle».

A partir de entonces, Santa Teresa decidió llevar una vida de penitencia, de mortificación y de oración constante.

Santa Teresa de Jesús, sus obras más importantes y aportes a la Iglesia

Teresa entonces decidió dedicarse a la escritura y la instrucción.

Para ayudar a sus religiosas a la realización de su ideal de vida religiosa compuso Camino de perfección y Las moradas o Castillo interior.

En 1604 se inició su proceso de canonización. En 1614 fue declarada beata, y en 1622 fue canonizada por Gregorio XV.

En 1970 fue proclamada doctora de la Iglesia, como la primera mujer que recibía esta distinción.

Oración milagrosa a Santa Teresa de Ávila

Buscamos la ayuda y bendición de San teresa de Ávila cuando tenemos dificultades para rezar y nos falta la fe, si sufrimos sueños no deseados o padecemos de insomnio.

Es la protectora de las monjas en general, a los agentes de la propiedad urbana y a aquellos que pasan por momentos de flacidez espiritual.

También pueden invocarla los que han emprendido negocios y se encuentran en dificultades.

Así le rezamos a Santa Teresa para que nos guíe:

Señor, Dios nuestro, que suscitaste como modelo y maestra a Santa Teresa.
Enséñanos a seguir sus caminos. Ella supo hacer de su vida una constante conversión y nos dejó en sus escritos los pasos a dar por el camino de la perfección.
Ella nos describió la fugacidad de la vida y de cómo nuestra sed de felicidad solamente Dios la puede colmar.
Que aprendamos sus lecciones y un día podamos cantar eternamente tus misericordias. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

¡Que nada te turbe, nada te espante! Hermoso poema de la Santa Teresa de Ávila

Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,

La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.