Elegguá es el primero, el niño travieso que abre los caminos y tiene las llaves de la felicidad terrenal.
Es aquel que cuida la casa de quien lo posee y que ayuda a mantener el equilibrio, entonces, lo que le molesta debe ser respetado para lograr ese bienestar.
Es un Orisha que ofrece opciones, oportunidades y guarda las encrucijadas, los mercados, los umbrales de las casas y las curvas de las calles.
¿Qué le molesta al Orisha Elegguá?
Es sumamente necesario que los devotos sepan las mejores formas de saludarlo y atenderlo, además de las ofrendas que le gustan y, sobre todo, es bueno tener en cuenta que no se debe enfadar a Elegguá.
Solo él ofrece los caminos que deciden el futuro, el destino y la felicidad y por ello no se le debe molestar.
1. Chiflar en su presencia
Una de las cosas que le molesta a Elegguá es que se silbe o chifle en su presencia. Recuerde que él descansa detrás de la puerta y no es recomendable cruzarla si silba, para evitar que se enoje.
2. Siempre el primero
En cada ceremonia debe ser adorado y alimentado primero, pues es el Orisha de más poder después de Obatalá. Si no se apacigua primero, confundirá la ceremonia e impedirá que la ofrenda llegue a los Orishas.
Se le debe atender los lunes, para comenzar la semana con buen pie y no le agrada que no lo coloquen detrás de las puertas, pues ese es su lugar predilecto.
- Al final de artículo dejamos algunas de las obras y ofrendas que puedes brindarle el orisha.
3. Buen carácter
Eleguá es un niño ingenioso y juguetón, le encanta hacer travesuras, es tramposo y su espíritu infantil lo hace bullicioso y revoltoso.
No le gusta la queja y el mal humor, pues es un santo alegre y travieso y el mal carácter constante no va con su personalidad. Atiéndalo de buena fe y con buena energía, él lo agradecerá.
4. Conversar con Eleguá
Al pequeño gigante le gustan que se anuncien las ofrendas cuando se le entreguen. Al colocarlas hay que decirlas siempre en voz alta para hacerlo feliz. Por ejemplo, se le dice:
Pequeño Eleguá,
Aquí está tu hija/o (tu nombre) pidiendo tu bendición para que me libres de todo lo malo.
Gracias te doy por protegerme cada día.
Deposito ante ti esta ofrenda (mencionar lo que se le va a ofrecer) para que al recibirla me entregues (hacer su pedido)
Gracias Eleguá
5. Las promesas deben cumplirse
Aquello que se promete tiene la obligación de cumplirse. A veces pasamos por momentos de desespero, tristeza y ansiedad, y prometemos hasta la luna con tal de salir del hueco.
A los Orishas, ni a Eleguá, le gustan los ofrecimientos sin cumplir. Debemos tener cuidado y saber que cuando ellos nos apoyen y solucionen nuestros problemas, tendremos pendientes de los cuales no nos debemos olvidar.
“Lo importante no es lo que se promete, sino lo que se cumple”
6. No se maldice
A Eleguá como a todos los Orishas se debe respetar, por tanto, una de las normas que debemos seguir es atenderlo con amor y humildad, no porfiar sus consejos, no maldecirlo o decirle mentiras, él lo sabe todo, debes ser sincero.
7. Atención respetuosa
Cuando esté frente al Orisha debe estar correctamente vestido y aseado, frente a él no se deben tener relaciones íntimas ni se puede pasar desnudo junto a él.
8. La sagrada palabra de Eleguá
Muchas veces nos consultamos y Eleguá nos brinda sus consejos, pero no debemos olvidar que “no paga igual el que sabe, cómo el que no sabe”.
Las prohibiciones y advertencias que nos brindan los Orishas se deben respetar, porque una vez dicho puede sufrir las consecuencias. Por tanto, la palabra del pequeño Orisha se respeta y se le presta atención.
9. Ofrendas Tabú
Cuando realice una ofrenda hágalo con fe y correctamente, no ofrende plantas, frutas o alimentos tabúes (prohibidos) para el Orisha, entréguele lo que le gusta.
10. Responsabilidad
Cumpla con los días de la obra o trabajo religioso, por ejemplo, si se realiza una ofrenda por 3 días, no olvide llevarla al monte o a cuatro esquinas, o allá donde debe dejarla. No debe tener ofrendas en mal estado o pasadas del tiempo en que se promete a Eleguá.
Las atenciones son sagradas, un ritual no debe desatenderse, porque además de obtener resultados negativos, puede ofender a Eleguá.
Elegguá no es un Orisha vengativo, pero si se molesta puede ignorar al devoto y dejar de apoyarlo en su fe, porque es guerrero y justiciero, y no le gustan las faltas de respeto.