En el panteón yoruba la Orisha Oshún es reina entre las reinas, majestuosa, sensual, coqueta, agraciada, una belleza femenina. Es la dueña de los ríos, las cascadas y el agua dulce.
En el Oddun Iroso Odí (4-7) nace el amor y dice:
«En el reino del amor unos aman y otros son amados, la felicidad es poder ser las dos cosas.»
«Ama a quien te ama y no a quien te guste.»
Y sobre el poder y la magia del amor, en los patakies se narra que Oshún por su hermosura, sus bailes exóticos y su sensual andar, seducía a todos los hombres, y caían rendidos a sus pies, enamorados al instante con su magia.
Y así en las historias de la religión yoruba, Oshún tuvo muchos amores a los que amó y le amaban.
Oshún y su primer amor, el bello Inle:
Narran las leyendas que Inle fue su primer amor, pero lo defrauda con la mentira y un día esa relación se rompe.
Inle o Erinlé es un bello Orisha que representa la pesca y la floricultura. Se dice que cuando Oshún vio a Inle se enamoró perdidamente de él.
Pero Inle solo tenía ojos para las ninfas del bosque, entonces Oshún se disfraza como una de ellas para cautivar a su amor. Seduce a Inle y vive con él pero un día Inle la descubre y la abandona.
La diosa Oshún y Oshosi el cazador:
Oshún queda muy dolida y conoce un día a Oshosi el justiciero de arco y flecha, y el orisha se enamora de ella locamente. Viven juntos y conciben a Logún Edé.
Logún Edé es un Orisha menor que tiene características hermafroditas, durante el año esta deidad es 6 meses mujer habitando en ríos y 6 meses anda de hombre, en los bosques como su padre.
En esta historia, al cabo del tiempo se separan porque realmente Oshún no amaba a Oshosi.
El amor entre Oshún y el gran Azowano:
También tuvo amoríos con Azowano, el rey de la enfermedad, pero este era muy mujeriego y en sus andares contrae una enfermedad venérea, concretamente sífilis y muere.
Olofin escucha los ruegos de Oshún, su orisha preferida, de que le devuelva la vida a su amado y le perdonara sus errores.
Entonces el creador Olofin le perdona, pero con la condición de que solo tendría a Oshún por esposa.
Oshún y Orunmila el adivino:
Yemayá adora a Oshún, y por ella hace grandes sacrificios y le concede riquezas. Cuenta el pataki que un día Oshún traiciona a su hermana Yemayá estando esta casada con Orunmila.
Un día Orunmila al ver a Oshún queda prendado de ella y termina conquistándola. Yemayá la diosa del mar un día los sorprende en un calabazar haciendo el amor y así se convierte en esposa de Orunmila, su apetebí amada.
La hermosa Oshún y Shangó, el dueño del rayo:
El desmedido y gran amor de Oshún por el rey del tambor fue un amor idílico y pasional, pero lo tuvo que compartir con dos bellas y fuertes Orishas, Obba y Oyá.
Oshún vivía enamorada de Shangó pero este se pasaba el tiempo en fiestas y compartiendo su tiempo con sus otras mujeres, no la atendía para nada como debía y le veía poco.
La orisha Oshún estaba completamente desatendida y en ese tiempo se encuentra con Oduduwá y traiciona a Shangó.
Oshún también perdió todo en el amor:
De Oshún todos se enamoraban y muchos no fueron correspondidos con su amor, así que se ve amenazada y sale del palacio abandonando todas sus riquezas.
En total pobreza se ve obligada inclusive a vender su cuerpo para poder subsistir, ante tal necesidad vende todas sus ropas y hasta cortó su largo y negro cabello para comerciar.
Se queda Oshún con un solo vestido, que de tanto lavarlo se vuelve amarillo. Solo su hermana Yemayá pudo salvarla de la desgracia.
El amor de hermanas entre Yemayá y Oshún:
La madre del mundo Yemayá quiere mucho a Oshún y le profesa un gran amor de hermana. Un día Oshún se lamentaba de tanta dificultad y Yemayá decide olvidar sus rencores y va en su auxilio.
Perdona a su hermana y le entrega el río y el poder de sus aguas dulces para que reine en él, le entrega joyas y riquezas, también le cede su cabello y queda convertida en reina.
Oshún se sacrifica por Oyá, la diosa de la centella:
Cuenta la leyenda que Yemayá, Oshún y Oyá eran hermanas, la mayor era Yemayá y era quien cuidaba de las otras más pequeñas.
Un día Oyá se escapa de casa y se aleja mucho y la raptan. En su secuestro piden por ella mucho dinero, dinero que no tenía Oshún para ofrecer.
Entonces le propone al jefe que le puede dar a cambio su más preciado tributo que era su virginidad y se entrega a él para recuperar a su hermana. Así es como Oshún salva a Oyá.
El día en que Oshún se sacrifica por la humanidad:
Llega un día en se debía salvar la vida en la tierra y nadie podía hacer nada y es así como Oshún se convierte en buitre y llega delante del creador Olofin para pedirle que salvara a la humanidad.
Con su bondad, su astucia y dulzura, Oshún en la historia yoruba ha intercedido más de una vez por la sanación y salvación de los hombres en la tierra.
Oshún saca al dueño del hierro Oggún del monte:
Olofin necesitaba a Oggún el dueño del hierro en el pueblo, era el único Orisha que faltaba, lo mandaba a buscar y él no quería salir del monte.
Entonces Olofin mandó a sacarlo con los Orishas y ninguno de ellos tuvo éxito. Fue cuando Oshún promete intervenir para lograr el mandato de Olofi.
La diosa de la miel de abeja nunca convivió con Oggún pero lo saca del monte utilizando como arma sus encantos, con su cuerpo lleno de miel, sus bailes y cantos lo enamora y así al quinto día lo logra sacar.
Oshún siempre nos regala «un mensaje de amor»
Como puedes ver la Orisha Oshún siempre ha amado, la han amado, le ofendieron y mancillaron por sacrificarse por su hermana Oyá y por la humanidad evitando un diluvio.
Cada uno de nosotros debe sacar un mensaje de tan lindas leyendas, porque son para eso, para que de cada una saquemos una enseñanza.
En nuestras vidas un amor llega, un amor se va, pero no por ello el amor se extingue.
El amor no solo es carnal o entre parejas, existe amor en toda nuestra vida, vivimos rodeado de su energía, solo tienes que abrir tu mente y encontrarlo en todo lo que haces, en tu entorno, en tu vida.
¡Ama sobre todas las cosas!
Ama a tu familia, a tus amigos, a todos, pero siempre recordando que debemos amar sin esperar nada a cambio.
Ama a la naturaleza, al gran sol, a la luna, las estrellas, a la vida y todo lo hermoso que vive en ella, al Universo.
Y recuerda que si aún no encuentras tu pareja ten fe y confía en nuestra Iya Oshún, ella tocará las puertas de tu alma pronto y encontrarás un lindo amor que te acompañe en el camino de la vida si así lo deseas.