Desde antaño las prácticas religiosas del Panteón Yoruba se efectuaron en los sitios donde se asentaron las primeras civilizaciones africanas en la isla.
Dichos lugares se relacionaron en un principio con las prácticas esclavistas que primaron durante la etapa colonial en Cuba, citándose la acción teológica en los ingenios cafetaleros y azucareros y poco más de algunas residencias radicadas en la ciudad.
A medida que la esclavitud crecía y los métodos de represión se tornaban crudos y hostiles comenzó a crecer el deseo de la libertad motivo por el cual se fomentaron las fugas hacia el único refugio que el esclavo conocía, el monte, sitio donde poco tiempo después nació el Palenque.
Sitios donde se efectúan prácticas religiosas del Panteón Yoruba
El Palenque, primer sitio donde el africano adoró a los Orishas en libertad.
El Palenque fue el lugar idóneo para que las prácticas yorubas se afianzaran creciendo notablemente entre los religiosos, confluyendo en unos mismos lugares diversos tipos de religiones como la sagrada Regla de Ifá, la Santería y el Palo Mayombe, por citar algunas de estas.
Fue precisamente en el Palenque donde nació la tradición del cuarto de santo en la isla, desarrollándose entonces un nuevo lugar para llevar a cabo una parte de las ceremonias religiosas, pues la otra parte se continuaba desarrollando al aire libre.
El Cementerio y su importancia en la Religión Yoruba.
El cementerio es otro de los sitios de culto para los religiosos por ser aquí el escenario donde la familia y amigos les dan su último adiós a sus seres queridos, justo después de efectuar los ritos pertinentes para que su alma viaje al Ara Orum, nombre yoruba con el que se conoce a la tierra de los muertos.
La puerta del cementerio es custodiada por Oyá, aquí se realizan rituales bajo el nombre de la deidad africana por lo que se considera un lugar sagrado en la Regla de la Osha.
Los sitios sagrados donde el religioso rinde culto a los santos yorubas.
La puerta de la iglesia es un sitio polémico del que hablar pues en este sitio ocurre un choque abrupto de religiones, el que ha generado múltiples controversias a lo largo del tiempo.
La unión de las cuatro esquinas es el escenario idóneo para la entrega de ebbós a manos del Orisha Elegguá, mientras que la loma es el lugar pertinente para consagrar pactos bajo el nombre de Obatalá y las líneas del ferrocarril guardan especial devoción hacia Oggún el santo dueño del hierro.
La orilla del río es el santuario por excelencia de Oshún la deidad de la miel de abejas mientras que su hermana Yemayá rige el mar y sus inmediaciones.