¿Cómo Obatalá descubrió el Respeto y Fidelidad de sus Seguidores?

Es Babá, como cariñosamente llaman sus devotos a Obbatalá, el padre de todos los hijos en la tierra, el creador de los seres humanos y todo lo que habita en el planeta, aquel que responde ante el Dios Supremo Olodumare y difunde sus preceptos en la Tierra.

Obbatalá rige la vida humana y todas las partes del cuerpo humano, principalmente la cabeza y los pensamientos que de ella emanan, gusta del color blanco como símbolo de paz y pureza.

Es el dueño de los metales blancos, sobre todo la plata, metal pulcro como su deidad. También es un Orisha que representa la creación y lo magnánimo y superior.

Es caracterizado como un padre lleno de paciencia y amor, pero que gusta sobre todo del respeto y la devoción de sus hijos. Entre sus muchas cualidades, él trae inteligencia, paz y calma al mundo.

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Un buen día el padre Orisha Obatalá quería saber quiénes eran sus eternos adoradores y fieles seguidores y para ello acudió a la casa del sabio adivino Orunmila a consultarse.

El adivino le vio el Odun Ogbe Bara y le mandó hacer ebbó (limpieza) y a realizar una obra a la mañana siguiente.

Así que temprano en la mañana Obatalá puso en el quicio de la puerta el ebbó que le había mandado y propagó la voz de que lo habían matado.

Llega la noticia a oídos ajenos…

Obatalá Olufón al enterarse de la noticia, la sorpresa y el dolor se unieron dentro de él y se convirtió en una otá o piedra.

Luego acudió a la casa de Obatalá Eyelé, el segundo fue Etú, y después fueron hasta allí los Guerreros, el tercero fue Elegguá, el cuarto Ogún, el quinto Oshosi y el sexto Osun.

Tras ellos, nadie más fue a enterarse si Obatalá estaba vivo o estaba muerto.

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La decisión de Obbatalá

Tras estos sucesos, Obatalá tomó una decisión. Luego de aclararle a todos que estaba vivo y bien de salud, dijo que Obatalá Olufón era su eterno adorador.

“Eyelé fuiste la primera que llegaste a mi casa, serás símbolo mío en la tierra, Etú fuiste la segunda, serás la que orientes el bien que me pidan”, dijo el sabio Orisha.

Después le comunicó a Elegguá que seguiría detrás de la puerta y comería antes que él, y Oshosi y Osun que también llegaron con Elegguá, igualmente se alimentarían antes que él.

“Todos ustedes serán mi apoyo”, dijo, y así pudo distinguir el respeto de sus seguidores.