La Misteriosa Historia del Vampiro de San Juan de los Remedios en Cuba

Los mitos que envuelven el acervo popular cubano son muy ricos y diversos, tal es así que se describe la presencia de una familia de vampiros citadinos en Cuba, específicamente en el poblado de Remedios.

Un lugar que debido a las múltiples relatorías de sucesos paranormales en la isla antillana se considera maldito.

Remedios se erige como uno de los epicentros más significativos de sucesos paranormales en Cuba y como es costumbre la transmisión de estas historias de generación en generación, va creando un precedente fantasioso en quienes acuden al poblado con el fin de beber el elixir embriagador del misterio.

Manuel Delgado Jorrín: El misterioso doctor que vivió rodeado de secretos

Esta historia coloca como su artífice principal a un joven médico del que se presume haber recibido formación académica en las escuelas francesas de medicina.

Realidad que le atribuyó un particular acento extranjero, lo que, acompañado de una apariencia pálida, un porte elegante y delgado y una actitud poco sociable lo hicieron merecedor de vivir asechado por la creencia popular de ser un descendiente directo del legado del conde Drácula en nuestra tierra.

Manuel Delgado Jorrín se instaló en San Juan de los Remedios cerca del año 1920, en una casona colonial, descrita por muchos como lúgubre.

Su aspecto tenebroso y oscuro dejaba mucho que desear a la imaginación de los remedianos, quienes vivían impactados por los altos muros de piedra que resguardaban la casa.

Por si fuera poco, y como se habituaba en aquellos tiempos la mansión estaba adornada por un rosal de príncipes negros.

Se sospecha que el galeno era gustoso de la horticultura, aunque fuentes cercanas han relatado que Manuel Delgado prefería la vida nocturna.

Razón que pudiese haber estado relacionada con las intensas horas que se dedican al estudio de la medicina, repaso que tiene lugar generalmente acompañado de la tranquilidad de la noche, mientras que otros afirman que en este horario realizaba actividades esotéricas.

Se dice que era un hombre sumamente preparado pues en el consultorio que había fundado en su residencia atendía y aliviaba diversas enfermedades y desarrollaba procederes médicos, los que abarcaban desde la asistencia de un parto hasta el diagnóstico de patologías psiquiátricas y ortopédicas.

En las noches en las que se presentaban las urgencias, el médico salía en el interior de su carruaje negro bien resguardado de la vista de los curiosos del pueblo.

Misterios que perduraron a través del tiempo…

Según las fotografías de la época y diversos testimonios se especula que la mirada del doctor Jorrín era muy penetrante, tal es el caso que llegaba a infundir respeto e incluso temor por quienes lo visitaban en su casona situada en el antiguo San Simón.

Los planos de su mansión revelan que en la habitación donde había sido instalado su consultorio existían numerosas puertas, las que el galeno atravesaba continuamente para desplazarse por su casa sin llegar a repetir su salida en un mismo día dos veces por ninguna.

Entre sus posesiones se especula la existencia de dos perros negros de gran tamaño, los que lo escoltaban incluso en el interior de su vivienda, mismo lugar donde se presume se realizaban sesiones espirituales y prácticas paganas dirigidas por el propio Manuel Delgado.

Lo enigmático de su figura lo acompañó incluso hasta su muerte en el año 1970, pues luego de haber sido celebrado su funeral en un ambiente muy íntimo, su cuerpo se consideró extraviado del cementerio local tras haber recibido sagrada sepultura y nunca más se tuvo rastro del cadáver.

Lo cierto es que muchas personas aseguran que su alma vaga aún por San Juan de los Remedios, en algunos infunde terror mientras que otros le reclaman interceda espiritualmente por su sanación, naciendo a través de su nombre una leyenda religiosa-cultural en Cuba.