Crónica 3: El poder de Oshún es increíble y milagroso, ¡confía!

Crónicas del siglo XXI

Cuentan que en sus orígenes los Orishas fueron seres vivos, y después de muertos se les dio título de santo por la vida que supieron llevar en la tierra. ¿Mito o realidad?, lo cierto es que desde hace mucho tiempo han acompañado a hombres y mujeres, protegiéndolos de todo mal y otorgando, según la fe de cada cual, bienes espirituales y materiales.

Este vínculo con los humanos ha generado un sinfín de anécdotas fantásticas, dignas de ser contadas porque, los milagros y maldiciones que acompañan tamañas experiencias , al igual que las fábulas, encierran una enseñanza de vida útil.

Estas son algunas historias cotidianas que entrelazan ambos mundos, aquí están las crónicas Orishas del siglo XXI.

Confía en Oshún y ella te dará su mejor regalo

A Rosa María todas las desgracias le cayeron así de zopetón, si bien es cierto, esta no era la primera barriga que perdía, en realidad ya iban tres embarazos fallidos, el resto si vino en fila india: tras el último aborto cayó en un estrés tan grande que hasta al siquiatra no paró, tuvo que abandonar el trabajo porque por más que lo intentaba no conseguía concentrarse, debido al recital de medicamentos era normal quedarse dormida a tal punto que una vez olvidó apagar la hornilla, por suerte los bomberos llegaron a tiempo y lograron rescatarla, pero esto fue el último grano de paciencia para Armando, su esposo, incapaz de soportar un día más, se fue a vivir con sus padres mientras tramitaba los papeles del divorcio.

Para cualquiera, todas estas vivencias serían caldo de cultivo para un buen suicidio, pero no, Rosa María quería vivir, ser feliz, y por encima de todo, Rosa María quería ser madre.

Los estudios hablaban de una pequeña malformación en el útero que provocaba estos abortos espontáneos, el diagnóstico era reservado, poco alentador.

__»Debería pensar en adoptar… «__, era casi siempre la última frase de los galenos, pero ella no lo quería así, necesitaba una solución más conveniente y sabía donde encontrar respuestas:

__ Ayúdame madrina.__

De rodillas frente a la Santa, encendió una vela a su Orisha protectora.

__ Concédeme este deseo madre, has que mi vientre sea fértil.__

No había más que hablar, solo hacer. Siguió al pie de la letra las orientaciones del padrino: los baños perfumados a su hora, las bebidas con yerbas medicinales, y sobre todo, mucha fe y confianza en su santa.

Próximo a cumplirse el segundo año de aquella oscura saga de tragedias, Rosa María bajaba de un auto color ámbar, un galante y fornido hombre le ayudaba con la puerta, ofreciendo su brazo como apoyo, la mujer, ante la alegría de la vecindad, saludó feliz a la multitud cargando el trofeo más preciado. Vivas, hurras y muchas lágrimas colmaron el lugar, y cuando alguien preguntó:__¿Cómo le pusiste al bebé…? «__, Rosa María, esbozando una sonrisa dichosa, descubrió un tanto el velo con que cubría al angelito, y sin dudas del acertado nombre lo pronunció:

__»María de la Caridad de los Milagros…»__

Ese día, sin ninguna duda, Rosa María era la mujer más feliz del mundo.

__ «Confía en Oshún y ella te dará su mejor regalo.»__